El cuerpo humano está compuesto de grasa, tejido magro (músculos y órganos), huesos y agua y después de los 30 años de edad, las personas tienden a perder tejido magro, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por ello, para evitar un deterioro mayor, las mujeres después de los 40 años deberían reforzar el consumo de suplementos, según la cadena de residencias para el adulto mayor Senior Suites, y las recomendaciones son:
1. Probióticos: Son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (microbiota normal) del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Los probióticos se encuentran en alimentos como el yogur, el chucrut, el tempeh, el kimchi, el kéfir, las aceitunas y encurtidos, entre otros. Sin embargo, también hay medicamentos con probióticos.
2. Omega-3: Son un tipo de grasa poliinsaturada y se necesitan estas grasas para fortalecer las neuronas y para otras funciones importantes. Estos ácidos ayudan a mantener el corazón sano y protegido contra un accidente cerebrovascular. También ayudan a mejorar la salud del corazón si se tiene una enfermedad del corazón.
3. Magnesio: Es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano y, es importante para muchos procesos que realiza el cuerpo, como, por ejemplo, regula la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea. Además, ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN (el material genético presente en las células), de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés).
4. Vitamina D: Es un nutriente necesario para la salud, ya que ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Asimismo, los NIH señalan que los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Esta vitamina es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
No obstante, son muy pocos los alimentos que contienen esta vitamina en forma natural, pero está presente en pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado.
5. Vitamina B12: Es un nutriente que ayuda a mantener la salud de las neuronas y la sangre. Además, contribuye a la formación del ácido desoxirribonucleico (ADN), el material genético presente en todas las células. Asimismo, ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, un trastorno de la sangre que causa cansancio y debilidad.
Así las cosas, para consumir las cantidades recomendadas de vitamina B12, hay que comer alimentos variados como:
- Pescado, carne, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos.
- Almejas e hígado de res.
- Algunos cereales para el desayuno, las levaduras nutricionales y otros productos alimenticios fortificados con vitamina B12 agregada.
6. Calcio: El calcio es un mineral presente en muchos alimentos y el cuerpo lo necesita para mantener los huesos fuertes y llevar a cabo muchas funciones importantes, según los Institutos, pero es necesario consumir vitamina D, ya que es un nutriente necesario para la salud, porque ayuda al cuerpo a absorber el calcio.
Por ello, los alimentos que proporcionan calcio son:
- La leche, el yogur y el queso.
- La col rizada, el brócoli y el repollo chino.
- El pescado con huesos blandos comestibles, como las sardinas enlatadas y el salmón.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.