Los lunares (nevos) son un tipo frecuente de crecimiento en la piel que generalmente aparecen como pequeños puntos marrones oscuros y los causan los grupos de células que producen la pigmentación (melanocitos), según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que la mayoría de las personas tiene de diez a 40 lunares que aparecen durante la infancia y la adolescencia, y pueden cambiar de apariencia o desaparecer con el tiempo.
No obstante, hay algunos que reflejan el envejecimiento, como lo son los lunares rojos, que suelen aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son frecuentes en la zona del tronco y las extremidades superiores, así como su tamaño es de uno o dos milímetros, pero hay algunos más grandes, de incluso siete o más milímetros, de acuerdo con la Clínica Menorca de España.
“En general, son dilataciones de pequeños capilares. Una especie de “varices”, pero perpendiculares a la piel. Tienen un importante componente hereditario, de ahí que también se denominen angiomas capilares adquiridos. Asimismo, son conocidos por angiomas seniles, angiomas en cereza, angiomas capilares o puntos de Campbell–De Morgan, aunque lo más frecuente es que se denominen puntos Rubí”, explicó el Grupo Sanitas en España.
No obstante, hay otras posibles causas de los lunares rojos como, por ejemplo:
- El sol, aunque su aparición en principio no tiene conexión, “si tiene la piel muy blanca o le aparecen en el rostro, quizá la exposición al sol sin protección, o con protección inadecuada, pueda ser relevante, pues aumenta la elastosis cutánea y se acelera el envejecimiento de nuestra piel: fotoenvejecimiento”, explicó el grupo en su portal web.
- Excesos de toxinas. En caso de que aparezcan muchos puntos rojos en la piel repentinamente, aunque en principio no reflejan ninguna enfermedad subyacente, no está de más consultar al médico.
- Cambios hormonales. También están relacionados con la gestación.
Por tal razón, una forma de evitar la aparición de los lunares rojos y de cualquier tipo de lunar es tomar medidas como proteger la piel de la radiación ultravioleta (UV); la del sol o las camas solares, ya que la radiación ultravioleta se ha relacionado con un mayor riesgo de tener melanoma.
Asimismo, es importante evitar los rayos solares que son más fuertes entre las 10:00 y las 16:00.
De igual forma, para evitar los lunares hay que aplicarse protector solar alrededor de 30 minutos antes de salir al aire libre, aun los días nublados y usar un protector solar con un factor de protección solar de al menos 30 y la idea es aplicarlo cada dos horas y en especial si se está en climas cálidos, si se suda.
Por su parte, la clínica Menorca reveló tres tratamientos para los puntos rojos:
- Electrocoagulación: este procedimiento se destina, principalmente, a eliminar lesiones de la piel. Gracias al uso de una corriente de alta frecuencia se logra destruir un lunar de sangre de manera rápida y sencilla. Tras la sesión aparecerá una costra que caerá a los pocos días sin dejar rastro.
- Crioterapia: mediante este tratamiento se consigue eliminar los tejidos enfermos de la piel. Su principal característica es la utilización de frío extremo en el área localizada, lo que provoca una destrucción controlada de la lesión. Esta es una práctica no invasiva y que causa unas molestias mínimas al paciente.
- Láser vascular o luz pulsada: es una técnica efectiva y no agresiva, también usada para la piel sensible y reactiva, que incide en las manchas de la piel directamente mediante el calor. De esta forma, los tejidos que rodean la lesión no se ven afectados, lo que permite alcanzar unos resultados óptimos.