La avena es un tipo de grano de cereal que tiene nutrientes como calcio, zinc, cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y vitaminas B1, B2, B3, B6 y E, de acuerdo con MedlinePlus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Adicionalmente, puede reducir los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, y ayudar a controlar el apetito al hacer que la persona se sienta llena.
También se usan para la presión arterial alta, el cáncer, la piel seca y muchas otras condiciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde estos otros usos.
De hecho, un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition y citado por El Milenio reveló que “la avena contiene betaglucano, una fibra soluble que reduce los niveles de colesterol y ayuda a procesar los alimentos en el sistema digestivo con mayor facilidad”.
Otro estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard y Nurses Health Study, también citado por el medio, indicó que “la avena reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas”.
Sobre la misma línea, se cita un tercer estudio del Centro de Investigación Biomédica de Pennington en el Estado de Luisiana, que señala que “la avena puede disminuir las ganas de comer durante cuatro horas”.
Además, en su portal web Quaker explicó que la avena contiene proteína, pues una porción de 30 g de avena contiene aproximadamente 5 g de proteína.
Asimismo, enumeró otros beneficios, por ejemplo:
- Tiamina: La tiamina, también conocida como vitamina B1, contribuye a un metabolismo energético normal, así como al funcionamiento normal del sistema nervioso, la función psicológica y la del corazón.
- Vitamina B6: Contribuye a un metabolismo energético normal, al funcionamiento normal del sistema nervioso y a la función psicológica. Además, ayuda al metabolismo proteico y del glucógeno, así como al funcionamiento normal del sistema inmunológico.
- Folato: El folato, ácido fólico o vitamina B9, contribuye a la formación normal de sangre, a la síntesis de aminoácidos, a la función psicológica y a la función normal del sistema inmunológico.
- Hierro: Mineral fundamental en nuestro organismo que contribuye a la formación normal de glóbulos rojos, a la función cognitiva, al transporte de oxígeno por el cuerpo y a la función normal del sistema inmunológico.
- Magnesio: Este mineral contribuye al funcionamiento normal de los músculos, a mantener el equilibrio de los electrolitos y al mantenimiento normal de los huesos y los dientes.
- Zinc: El zinc contribuye a la reproducción y fertilidad normal, a la función cognitiva normal, a la protección de células contra el estrés oxidativo y a la función normal del sistema inmunitario.
Información nutricional por 100 gramos de avena
- Calorías: 353 kcal.
- Hidratos de carbono: 55,70 gr.
- Proteínas: 11,72 gr.
- Fibra: 9,67 gr.
- Grasas totales: 7,09 gr.
- Azúcares: 0 gr.
- Calcio: 80 mg.
- Hierro: 5,80 mg.
- Magnesio: 129 mg.
- Potasio: 355 mg.
- Fósforo: 95 mg.
- Sodio: 8,40 mg.
- Zinc: 3,2 mg.
- B1 (Tiamina): 0,67 mg.
- B2 (Riboflavina): 0,17 mg.
- B6 (Piridoxina): 0,96 mg.
- Ácido fólico: 33 µg.
De todos modos, antes de consumir el alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica, ya que la avena puede producir gas intestinal e hinchazón.
Sin embargo, para minimizar los efectos secundarios, las personas pueden empezar con una dosis baja y aumentar lentamente a la cantidad deseada, pues el cuerpo se acostumbrará al salvado de avena y los efectos secundarios desaparecerán, porque el salvado de la avena y la avena integral son probablemente seguros para la mayoría de las personas cuando se la usa en cantidades alimentarias, de acuerdo con MedlinePlus.