Una relación de pareja implica ser corresponsable con los actos, actitudes y afectos que se dan hacia la otra persona. No obstante, hay ciertos modos de ser que no siempre son tomados de la mejor forma y, por ello, lo que comenzó de una manera amorosa puede irse deteriorando hasta llegar a su fin.
Así como existen hábitos saludables, como comer balanceadamente o hacer ejercicio diario, también los hay dañinos. Respecto a los segundos, estos no solo tienen que ver con la alimentación o actividad física, sino también con las prácticas que una persona puede realizar teniendo pareja.
Desde una mirada filosófica, el surcoreano Byung-Chul Han consigna en su Libro La agonia del eros que “narcisismo no es ningún amor propio. El sujeto del amor propio emprende una delimitación negativa frente al otro”, lo que quiere decir que hay que tener en cuenta lo que siente y pasa en aquella persona con la que se comparte la vida.
No obstante, existe una frase que se ha universalizado y es la de “cambiar por amor”. De acuerdo con el magazine mexicano Zankyou, las parejas no deben centrarse en cambiar para agradarle al otro, sino que lo idea es enfocarse en el crecimiento mutuo.
Para los conocedores del tema, es imposible moldear al otro tal como quisiera que actuara en una relación, puesto que cada persona es un sujeto libre que crea su propio capítulo experiencial, pero lo que trunca muchas veces al amor o lo que se está construyendo es el egoísmo que puede darse con malos hábitos.
Por lo tanto, el blog Soy Aire consigna que hay una serie de acciones que, en varios momentos, pueden ser normalizadas, pero estarían truncando la armonía de una relación. Asimismo, a pesar de que estos actos, por lo general, suelen ser ligados directamente a la pareja, también tienen relación con otras uniones, como las familiares o amistosas.
A continuación, los tres hábitos que más se repiten y podrían intervenir en problemas de pareja, así que en la medida de lo posible se recomienda cambiarlos. No obstante, si estos ejemplos se salen de control, los expertos aconsejan tomar terapia.
1. No cumplir con las promesas: hay quienes se rigen bajo la idea de que “la palabra tiene poder”, por lo que cuando alguien de la pareja promete algo implica un compromiso y esfuerzo hacia el otro. El citado blog dice que cuando no se cumple o no se habla sobre la promesa, la confianza se puede ir deteriorando.
2. Mentiras: una de las principales razones por las que las relaciones de pareja terminan es debido a las mentiras, según la revista de buenos hábitos Mejor con Salud.
Expertos en terapia breve comparten que, en esencia, las mentiras no deben formar parte de una relación, ya que no solo se trata de un acto de amor, a su vez, significa el respeto que se tiene hacia el otro. En adición, descubrir una mentira lástima y puede hacer más daño de lo que provoca una herida física, de acuerdo con los especialistas en salud mental.
3. Subestimar: el portal de La mente es maravillosa, índica que subestimar a los demás y a uno mismo es un callejón oscuro para una relación. Al contrario, “la persona que tiene una estima saludable hacia esa figura que cada día se refleja en su espejo, luchará con mayor brío por sus propios objetivos”.
Por su parte, Soy Aire agrega que es importante reconocer que todas las personas tienen tanto fortalezas como defectos. En ese sentido, estar en una relación se traduce a contribuir al otro sin cambiar su esencia, pero sí dándole valor a lo mejor que tienen. De no ser así, terapeutas de pareja comparten que es necesario cuestionarse la sinceridad de los sentimientos.
Otros hábitos poco fructíferos:
- Incentivar una discusión porque sí.
- No escuchar las ideas y puntos de vista del otro.
- Sentirse menos, cuando deben estar en el mismo rango por más diferencias económicas, culturales o sociales que haya en la relación.