Cuando una persona mantiene malos hábitos como, por ejemplo, alimentarse de forma insana priorizando los productos ultraprocesados cargados de azúcares y sodio, y no practica actividad física, tiene un alto riesgo de que los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre se eleven considerablemente, aumentando el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Para bajar estos valores perjudiciales hay tres superalimentos en especial que ayudan a lograr esta objetivo. Pero antes de mencionarlos, es importante comprender cada sustancia.
El colesterol es una sustancia cerosa que el cuerpo requiere para gozar de buena salud, pero en las cantidades adecuadas. Cuando sus niveles se elevan, es posible que se acumulen depósitos en las arterias poniendo en riesgo la salud del corazón, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, de Estados Unidos.
Con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil el flujo suficiente de sangre a través de los vasos sanguíneos. También en ocasiones estas placas pueden romperse y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Es por esto que preferiblemente se debe recurrir a las grasas naturales y evitar aquellas que surgen luego de largos procesos de producción.
Por su parte, los triglicéridos son un tipo de grasa en el cuerpo que viajan a través de la sangre en partículas redondas denominadas lipoproteínas. En niveles óptimos, este lípido es una de las principales fuentes de energía, pero cuando los niveles son altos, es un detonante de distintas enfermedades.
Las afecciones de salud que más se desarrollan en los individuos que tiene altos los niveles de este lípido son la resistencia a la insulina, obesidad, pancreatitis, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Pues bien, los tres superalimentos que ayudan a ‘barrer’ estas sustancias son los siguientes frutos secos: las nueces, las almendras y las avellanas.
“Son sumamente cardiosaludables, ya que son ricos en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, que son buenos para la salud de los vasos sanguíneos, el mantenimiento de la presión arterial y la mejora de los niveles de lípidos en sangre, es decir, el colesterol y los triglicéridos”, resalta la plataforma digital Alimente.
Las frutas que reducen el colesterol y estabilizan los triglicéridos
El portal La Verdad señaló que las frutas que se pueden incluir en el plan de alimentación y que reducen los lípidos son:
- Manzana: es un alimento rico en vitamina C y A, al igual que en potasio. Además, las manzanas verdes son una buena fuente de flavonoides, cianidina y epicatequina. Además, contienen vitamina C.
- Kiwi: es una fruta con sabor agridulce que aporta pocas calorías, pero buenas cantidades de vitamina C y K, potasio, folato, fibras y antioxidantes, entre otras.
Adicional a estas frutas, hay algunos remedios caseros que también ayudan a disminuir de estas sustancias. El portal Saber Vivir recomienda los siguientes:
1. Té de alcachofa. “Es una gran aliada para reducirlo ya que frena su formación en el hígado y facilita la eliminación a través de la bilis”, indica el portal.
2. Té verde. “Por sus efectos antioxidantes, este tipo de té reduce la oxidación del colesterol y protege las arterias. Además es diurético y ayuda a combatir la obesidad”.
3. Alpiste. “Por la composición de sus semillas, muy ricas en fibras y en ácidos grasos monoinsaturados (Omega 9) y poliinsaturados (Omega 6), ayuda a frenar la absorción de las grasas”.
4. Diente de león. “Esta planta medicinal, aumenta la expulsión de bilis ricas en colesterol, mejorando así el perfil lipídico. También es un potente diurético”.
5. Cardo mariano. “Esta planta, por sus activos amargos, estimula la producción de bilis y favorece la eliminación de colesterol”.
6. Caña de azúcar. “Contiene policosanol, una sustancia que bloquea la fabricación de colesterol por parte del hígado. Se aconseja tomar de 5 a 20 mg de policosanol de caña de azúcar al día”, concluye la plataforma.
Ejercicios para bajar lípidos en la sangre
Además de cuidar la alimentación y recurrir a la ingesta de remedios caseros para mantener el colesterol y los triglicéridos bajo control, es posible recurrir a algunos ejercicios o actividades físicas que también ayudan a regularlos.
Caminar
Si bien es probable que caminar no ofrezca los mismos beneficios que correr, ya que la intensidad es menor, lo cierto es que esta actividad física destaca como una alternativa aeróbica útil para tratar el colesterol alto, según una publicación de la revista Mejor con Salud.
Es una práctica que puede ejecutar cualquier persona. Lo ideal es realizar caminatas de 30 minutos al día a cualquier hora. Una opción es, por ejemplo, irse caminando al trabajo y regresar a la casa de la misma forma.
Nadar
Practicar este deporte demanda un importante gasto calórico y es una de las actividades más completas para mejorar condiciones generales de salud. Este ejercicio ayuda a la circulación de la sangre, especialmente la de las piernas, como consecuencia de las contracciones y descontracciones musculares que se producen al realizar los diferentes movimientos.
Bailar
Cuando a una persona no le agrada ir al gimnasio o salir a caminar, una alternativa viable es bailar para bajar el colesterol. La recomendación es tomarlo como una actividad constante y moderada, pues esto ayuda a movilizar las grasas del cuerpo y eliminar el glucógeno, que es la glucosa de más que se almacena en el hígado y los músculos.
Montar en bicicleta
Esta práctica es favorable, pero se debe conservar una intensidad moderada durante al menos 30 a 60 minutos. El consejo de los expertos es no realizar sobreesfuerzos. Los análisis científicos indican que practicar ciclismo ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y a aumentar los del bueno. Al igual que ocurre con la natación, es una actividad física que no sobrecarga las articulaciones y con la que se ejercitan diferentes partes del cuerpo.
Otros hábitos que también funcionan
De acuerdo con Mayo Clinic, además del ejercicio hay otros hábitos que son favorables para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos o evitar que se aumente.
- Comer alimentos saludables para el corazón: Esto implica reducir las grasas saturadas, eliminar las trans, consumir alimentos ricos en ácido omega-3, ingerir suficiente fibra y añadir proteína a la dieta.
- Dejar de fumar. Los beneficios se producen rápidamente. A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo. A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar y un año después, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad que el que tiene un fumador.
- Bajar de peso: Tener algunos kilos de más, aunque sean pocos, contribuye al colesterol alto.
- Limitar el consumo de alcohol.