Una buena circulación ayuda al cuerpo a mantenerse sano y el principal encargado de este proceso es el corazón. Aunque este órgano parece pequeño, logra bombear sangre por todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, también conocidos como venas y arterias.

Mantener una buena circulación se considera importante, pues a medida que la sangre circula distribuye oxígeno y nutrientes a las células del cuerpo y elimina el dióxido de carbono junto con algunos elementos residuales.

Una mala circulación puede desencadenar una serie de afecciones conocidas como enfermedades vasculares. La mayoría de los problemas circulatorios están asociados a las venas varices, sin embargo, también se pueden presentar otros síntomas.

Entre dichos síntomas se encuentran: fatiga, mareos, dolor de cabeza, manos y pies fríos, dolor en las piernas, calambres musculares, latidos cardíacos irregulares, pérdida de cabello y sequedad de la piel, entumecimiento u hormigueo en partes del cuerpo, entre otros.

Las afecciones vasculares ocurren cuando las personas han perdido elasticidad en sus venas y estas carecen de fuerza para transportar de manera correcta el líquido. Es así como, por la fuerza de gravedad, este líquido se acumula en algunas áreas del cuerpo, provocando molestias.

Por ello, para evitar que la circulación afecte la salud de las personas

1. Mejorar la postura: aquellas personas que, por su trabajo, deben permanecer de pie deben procurar el cuidado de su postura. También, quienes tienen que pasar mucho tiempo sentados. Es posible acudir a terapias para reaprender a caminar, a respirar, a estar de pie, etc.

2. Usar el calzado adecuado: los pies resisten todo el peso del cuerpo y están en constante actividad durante el día, por lo que usar un mal calzado puede causar problemas de circulación, deformación ósea y fatiga. Por este motivo, más que un accesorio, los zapatos son una prenda importante para la salud.

Hacer ejercicio es crucial para el cuidado de la salud. | Foto: Abel Mitjà Varela | Getty Images

3. Combatir el sedentarismo: el sedentarismo se ha convertido en uno de los principales enemigos de la correcta circulación, ya que la persona al permanecer mucho tiempo sentada, bien sea en la escuela, el trabajo o haciendo alguna otra actividad, acumulando la sangre en los miembros inferiores.

4. Caminar, saltar, subir y bajar: el movimiento es ideal para mejorar la circulación. No basta con el ejercicio diario si, en el resto del día, se es sedentario. Lo mejor es, mientras se pueda, evitar el ascensor, caminar al trabajo si es cerca o ir en bicicleta, entre otras actividades que pueden realizarse en la cotidianidad.

Jugos y remedios naturales para mejorar la circulación en las piernas

  • Rusco: Esta planta destaca por su aporte de flavonoides como la citrina, favoreciendo la acción de la vitamina C. Según el portal citado, ha mostrado ser eficaz para prevenir la aparición de venas varices en las piernas. También estimula la diuresis, ayudando a remitir la retención de líquidos y edemas.
  • Vinagre de manzana: Es uno de los ingredientes más populares en la medicina natural. En este caso, su acción se logra mojando unas compresas para envolver las piernas durante unos minutos. Posteriormente, se enjuagan con una infusión de hamamelis y meliloto. El resultado apunta a mejorar la circulación.
  • Jugo de sandía con limón: se debe mezcla una sandía completa con el zumo de un limón.
  • Maracuyá con col silvestre: se deben mezclar cinco maracuyás con un hoja de col silvestre y dos vasos de agua.
  • Jugo de remolacha con naranja: se deben mezclar dos remolachas con 200 ml de jugo de naranja.