La elegancia es una virtud que no se compra, se va adquiriendo poco a poco; una vida de grandes lujos no significa una vida sofisticada, por esto, es preciso cuidar en qué se invierte el dinero y más importante: el tiempo.
Convertirse en una dama elegante va más allá de hacer uso de prendas de marcas opulentas; se trata de tener buenos modales y una excelente actitud ante la vida, transmite varias emociones positivas como: seguridad, autenticidad, alegría y cordialidad.
Además, es una dama que se preocupa no solo por su exterior, sino también por cuidar su interior, como lo afirmaba Carolina Herrera. Toda dama tiene las facultades necesarias para ser la mujer que siempre ha querido ser.
Como lo afirma Carolina Herrera, -gran ícono de moda y elegancia femenina- “Lo imposible no existe para la mujer, solo le toma tiempo conseguirlo”. De modo que, si deseas ser más elegante, femenina y sofisticada, podrás conseguirlo al hacer de estos tips, parte de rutina.
Prestar atención a la imagen personal:
No es un secreto que la imagen juega un papel importante a la hora de las relaciones interpersonales que se establecen en el día a día, es por ello que es vital prestar atención a cada detalle. Depilar las piernas y axilas, mantén tu cabello hidratado, limpio y reluciente; aunque el cabello recogido es elegante, optar por llevar el cabello suelto la mayor parte del tiempo, es una buena opción para lucir fresca y reluciente, de acuerdo a la revista Glamour.
Vestir con ropa limpia, planchada y de la talla adecuada, y procurar que una de las prendas se ajuste a tu cuerpo, para enmarcar así, tu figura. Es importante mencionar que el calzado no debe estar roto o sucio, pues esto es lo opuesto a la elegancia.
Tener manos y pies arreglados.
Es vital, tener las manos y los pies bien arreglados, limpios y presentables. Esto habla mucho de la mujer y refleja el nivel de amor propio. Si hay corto tiempo, se puede comenzar a arreglar las uñas una vez a la semana, y así, poco a poco, convertir este hábito en parte de la rutina.
Maquillaje.
No es necesario aplicar mucho maquillaje, en lo posible puede optarse por usar polvo compacto en tu rostro, para reducir la grasa y el brillo, pestañina para hacer que tu mirada destaque, rubor para mejorar el semblante y un poco de labial en tonos neutros.
Usar accesorios.
Los accesorios generan ilusión óptica de iluminación. Los aretes son un accesorio fundamental para las damas elegantes, si no gustan los pendientes grandes, puede optarse por unos pequeños y delicados. También pueden usarse: pulseras, cinturones, bolsos, y lentes. Hay que asegurarse de no sobrecargarse, por ejemplo, si se usan unos pendientes grandes, usa un collar discreto, y si se usa cinturón, no se lleva collar grande y recordar que menos es más.
Usar desodorante y perfume a diario.
La fragancia de una mujer es una parte esencial de su feminidad. Las damas elegantes se caracterizan por emplear algunas con un aroma sutil y característico, que logra cautivar a las personas que las rodean. Elige un aroma que demuestre tu personalidad.
No es recomendable usar demasiado perfume, lo mejor es aplicar una mínima cantidad, en los puntos clave de circulación: las muñecas y el cuello. Si no se usa mucho perfume, intentar con fragancias que tengan un aroma frutal o floral, hasta que se logre acostumbrarse, tal como asegura el canal de YouTube Realmente.
Usar zapatos femeninos.
Si el objetivo es ser más elegante y femenina, hay que dejar de usar zapatos deportivos, mocasines o sandalias. En su lugar se puede usar un calzado más delicado como tacones, o baletas, conforme informa Ergologico.
Según, un estudio realizado por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) - que analizó cuál es la altura de tacón recomendada para garantizar un reparto del peso equilibrado entre la parte anterior y posterior del pie, para no causar daños en la columna vertebral, y en las rodillas- la altura ideal para un tacón, es menos de 5 cm, agrega el medio. Cabe mencionar que, si no se saben manejar, se recomienda practicar mucho antes de utilizarlos de corrido.
Buenos modales.
Los buenos modales y la buena educación, provienen desde el hogar; sin embargo, es necesario seguir cultivándolos. Saludar al ver a un conocido, despedirse al salir de un lugar, sonreír al dar la mano, decir ‘gracias’, ‘por favor’ y ‘hasta luego’, identifican a las damas elegantes.
Mantenerlos en la mesa: Es importante comer bien y mantener los buenos modales en la mesa. No subir los codos sobre la mesa, ni tampoco ingerir la comida rápidamente. Lo ideal es comer de forma tranquila, dar pequeños bocados, masticar lo suficiente los alimentos, y pasar la comida de forma limpia y discreta. Todo lo anterior, manteniendo las manos en el regazo, cuando no se esté comiendo.
Evitar las discusiones.
Evitar las discusiones en público, los conflictos y la agresividad. Esto no quiere decir que no se pueda expresar lo que se piensa y opina, sino que es necesario encontrar el modo correcto de hacerlo. Para ello, presta atención a tus palabras y cómo las dices, evitando a toda costa las groserías. Así mismo, procurar no expresarse con un tono altanero y masculino, e intentar no gritar, ni hablar demasiado rápido y no interrumpir a los demás cuando estén hablando.