El lumbalgia es un dolor que se siente en la parte baja de la espalda y puede ocasionar rigidez, disminución del movimiento de la región lumbar y dificultad para pararse derecho. El dolor de espalda agudo puede durar desde unos pocos días hasta unas cuantas semanas, precisa Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Es posible que este padecimiento se presente por una inflamación de las articulaciones principales y darse en personas de todas las edades, pero de forma más acentuada se registra en mayores de 40 años, ya que el dolor lumbar suele intensificarse a medida que las personas envejecen.
Una publicación de National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS) asegura que la lumbalgia es una de las causas más frecuentes de discapacidad asociada al trabajo y son millones de personas las que la padecen en el mundo.
En la mayoría de los casos, esta molestia obedece a una lesión o a distensiones musculares generadas por movimientos repentinos y bruscos. Sin embargo, también es posible que sea un síntoma de ciertas enfermedades.
Según MedlinePlus, la mayoría de las personas tendrá al menos un dolor de espalda en su vida y las principales razones son, entre otras:
- Fracturas por compresión de la columna a causa de osteoporosis.
- Cáncer que compromete la columna.
- Fractura de un hueso de la columna.
- Espasmo muscular (músculos muy tensos).
- Hernia de disco o disco roto.
- Ciática.
- Estenosis raquídea (estrechamiento del conducto raquídeo).
- Curvaturas de la columna vertebral (como escoliosis o cifosis), que pueden ser heredadas y se observan en niños o adolescentes.
- Tensión o desgarros de los músculos o los ligamentos que sostienen la espalda.
Sin embargo, no son las únicas causas. También puede deberse a un aneurisma aórtico abdominal que está filtrándose, afecciones artríticas, infección del riñón o cálculos renales, problemas relacionados con el embarazo, inconvenientes con la vesícula biliar o el páncreas, enfermedades que afectan los órganos reproductores femeninos, como endometriosis, quistes ováricos, cáncer de los ovarios o miomas uterinos.
Para mitigar la molestia existen plantas medicinales que, por sus propiedades, ayudarían en este propósito. Estas son cinco de ellas.
Árnica
Este es un remedio homeopático que puede aplicarse directamente sobre la piel para tratar el dolor, la hinchazón, los moretones y las lesiones menores. Si bien hay poca investigación científica para demostrar que el árnica es eficaz, tiene un bajo riesgo de efectos secundarios y a algunas personas les puede funcionar bien para sus dolores lumbares.
Jengibre
Este antiinflamatorio natural posee propiedades para combatir el dolor lumbar. Se pueden añadir dos cucharadas soperas de jengibre a medio litro de agua, se pone a hervir y luego se remueven bien ambos ingredientes. Cuando ya hierva lo suficiente, se empapa una gasa con la mezcla y se aplica en la zona dolorida, dejándola actuar durante un buen rato. Según la intensidad del dolor, se puede repetir este proceso dos o tres veces al día, según indica un artículo publicado en el sitio unCOMO.
Cola de caballo
Entre las plantas recomendadas para aliviar el dolor de lumbago también está la cola de caballo, ya que, utilizándola de manera externa, es un buen antiinflamatorio. Se puede preparar una infusión añadiendo dos cucharadas de cola de caballo en medio litro de agua y dejando que hierva. Cuando esté lista, al igual que se hace con el jengibre, se empapa una gasa en la mezcla y se aplica sobre la zona lumbar resentida.
Sauce blanco
Los derivados salicilados del sauce son antiinflamatorios, sobre todo a nivel articular. Además, actúan sobre el dolor y la fiebre. Por ello, el sauce puede ser un tratamiento adyuvante contra los estados de inflamación y alivia dolores en las articulaciones. Por esta razón, según la revista Mejor con Salud, resulta útil para combatir el lumbago. En infusión se puede tomar mezclada con otras plantas que potencian su acción y mejoran el sabor, como milenrama, menta, viburno y cola de caballo.
Salvia
A la hoja de salvia se le atribuyen propiedades relajantes. Para aprovecharlas, se recomienda tomar tres tazas de una infusión al día. Para prepararla, se calienta un litro de agua y se añaden dos cucharadas de salvia. Se deja que se realice la decocción durante unos minutos, se cuela el contenido y se consume.
Si bien estos remedios caseros pueden aliviar cuando la causa no es grave, si el dolor se intensifica y las condiciones no mejoran, lo ideal es consultar al médico para que sugiera el tratamiento a seguir. Los remedios caseros aunque pueden ayudar, no son definitivos para superar los posibles dolores de la parte baja de la espalda. Es importante tener claro cuál es la causa que los genera y en ello el especialista será clave.