La lumbalgia es un dolor localizado en la zona baja de la espalda que puede generar parálisis en la persona que lo padece, este es el principal motivo de visita a los servicios de traumatología. De acuerdo con médicos expertos, se calcula que el lumbago es el protagonista de 3 de cada 10 consultas al médico, y la incidencia ha aumentado exponencialmente en los últimos años.
Si la persona nota que le duele la parte baja de la espalda, debe tener en cuenta que actualmente existen estrategias para aliviarse y reducir el riesgo de afectación a esa zona.
Identificar el dolor
En función de sus características, este malestar puede ser de dos tipos:
Lumbago momentáneo o puntual
Se trata del dolor que aparece en la zona lumbar después de realizar un esfuerzo repentino o de adoptar una mala postura. Son molestias que se van solas, habitualmente, y duran entre 3 y 4 días.
Según un estudio de la Sociedad Española de Reumatología, esta alteración afecta a un 15% de la población.
Lumbalgia crónica o repetitiva
Si estos episodios de lumbago aparecen con frecuencia y duran más de 12 semanas, pueden acabar provocando una lumbalgia crónica, recientes estudios han identificado que el 20 % de los casos se cronifica.
Para evitarlo, es importante que la persona afectada consulte a un médico de cabecera, quien le derivará al traumatólogo si lo considera necesario.
Solución eficaz contra el lumbago
Cuidar la espalda con buenos hábitos es básico para evitar los episodios de lumbalgia. Pero una vez sobreviene este dolor agudo y paralizante, la persona necesita recurrir de inmediato a unas estrategias muy claras que le ayuden a mitigarlo y a recuperar la movilidad cuanto antes.
A continuación se presentan algunas ideas que pueden ser muy útiles.
- Sentarse en un lugar cómodo y firme (mejor no en un sofá demasiado mullido ni en una butaca baja). Debe analizar en qué posición disminuye el dolor: con las piernas estiradas o quizá algo elevadas. La persona puede intentar relajarse porque si está en tensión todas las estructuras y tejidos de la parte baja de la columna sufren más y quedan aprisionadas.
Dormir lo suficiente
Descansar bien es fundamental para que la musculatura (también la de la espalda) se relaje durante unas horas, algo muy importante para evitar y reducir el dolor si se tiene en cuenta que el eje de la columna soporta el peso de todo el cuerpo día a día.
Pero el ritmo de vida actual parece dificultar cada vez más el poder dedicar entre 7 y 8 horas al día a dormir bien.
- Procurar desconectarse media hora antes de irse a la cama: es importante dejar el teléfono celular lejos y realizar alguna actividad que contribuya a relajarse. Es un buen momento, por ejemplo, para llevar a cabo algunos estiramientos suaves para liberar la tensión acumulada.
¿Colocar paños de agua fría o caliente para el dolor?
Para este tipo de dolor se pueden combinar las dos cosas desde el principio. Lo que hay que saber es cual es el momento ideal para cada una de forma que el tratamiento resulte más eficaz.
- Durante las primeras horas, lo más recomendable es aplicar frío, se puede colocar una bolsa de gel o de guisantes congelados envuelta en un trapo en la zona afectada. El frío es muy útil para disminuir el dolor que provoca la inflamación y reducir los espasmos musculares.
- El calor ayuda a relajar los músculos de la espalda: La persona puede utilizar una esterilla eléctrica, una bolsa de agua caliente o una lámpara de infrarrojos casera. Este proceso debe hacerse un par de veces al día, pero no más de 20 minutos, y el afectado debe asegurarse de que la zona no esté roja ni haya inflamación. Otra opción es meterse en la bañera con agua caliente y, si es posible, añadir una cucharada de sales de baño.