La lumbalgia es un dolor que se presenta en la parte baja de la espalda y puede aparecer por una inflamación de las principales articulaciones, motivo por el cual se presenta en todas las edades.
Por tal motivo, es importante conocer las causas de la lumbalgia. Sin embargo, el portal Mundo Deportivo indica que también existen alternativas naturales que se puede aprovechar para evitar este malestar.
No obstante, antes de ponerlos a prueba, lo mejor será acudir con un profesional de la salud, con el propósito de conocer un tratamiento seguro y adecuado.
Jengibre
El jengibre es un antiinflamatorio natural potente, ya que posee propiedades que ayudan a aliviar la lumbalgia. Las personas con este problema pueden añadir dos cucharadas soperas de jengibre a medio litro de agua hirviendo y mezclar muy bien los ingredientes.
Una vez hecho esto, aplicar en una gasa la mezcla y aplicarla en la zona dolorida, dejándola actuar durante un par de minutos. De acuerdo con la intensidad del dolor, se puede realizar este proceso tres veces al día.
Ruda
Realizar masajes con una mezcla de ruda y aceite de almendras es otra opción que puede curar la lumbalgia. Solo basta con mezclar tres gotas de aceite esencial de ruda con una cucharada de aceite de almendras. Acto seguido, realizar un masaje suave aplicando la mezcla con movimientos circulares en el área afectada.
Cola de caballo
Utilizar la cola de caballo en un modo externo la convierte en un excelente antiinflamatorio. Según el mencionado portal, se debe añadir dos cucharadas de colas de caballo en medio litro de agua y dejar que hierva.
Una vez lista, añadir la infusión en una gasa y aplicarla sobre la zona lumbar afectada. De igual manera, se puede consumir la infusión con el propósito de aprovechar todas sus propiedades.
También existen estiramientos básicos que podrían ser de ayuda para aliviar el dolor. Estas son algunas terapias sencillas que comparte el portal Healthline para aliviar el dolor causado por la lumbalgia:
1. Rodillas contra el pecho
- Recostarse boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies planos sobre el suelo.
- Con ambas manos, sujetar la pierna inferior derecha y entrelazar los dedos, o agarrar las muñecas justo debajo de la rodilla.
- Mientras se mantiene el pie izquierdo plano sobre el suelo, jalar la rodilla derecha suavemente hacia el pecho hasta que se sienta una ligera tensión en la espalda baja.
- Sostener la rodilla derecha contra el pecho durante 30 a 60 segundos, asegurándose de relajar las piernas, las caderas y la parte inferior de la espalda.
- Soltar la rodilla derecha y regresar a la posición inicial.
- Repetir los pasos 2 a 4 con la pierna izquierda.
- Repetir el estiramiento tres veces con cada pierna.
2. Rotación del tronco
- Recostarse boca arriba y llevar las rodillas hacia el pecho.
- Extender completamente los brazos hacia los lados, con las palmas hacia abajo.
- Con las rodillas juntas y las manos sobre el suelo, girar suavemente ambas rodillas dobladas hacia el lado derecho y sostenerlas durante 15 a 20 segundos.
- Regresar a la posición inicial y repetir el paso 3 en el lado izquierdo, sosteniéndolas nuevamente durante 15 a 20 segundos.
- Repetir el estiramiento de 5 a 10 veces hacia cada lado.
3. Inclinación pélvica
- Recostarse boca arriba con las rodillas dobladas, los pies planos y los brazos a los lados.
- Arquear suavemente la espalda baja y empujar el estómago hacia fuera, estabilizando el tronco.
- Sostener la posición durante 5 a 10 segundos, luego relajarse.
- Empujar la pelvis ligeramente hacia arriba mientras se aprietan los músculos abdominales y de los glúteos.
- Sostener la posición durante 5 a 10 segundos.
- Iniciar con 10 a 15 repeticiones diarias, luego aumentar a 25 o 30.