Los lunares, también llamados llamados nevos o nevus, son lesiones cutáneas pigmentadas que se generan la mayoría de las veces en la edad adulta. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero regularmente aparecen en zonas que están expuestas al sol. Los lunares son una forma de crecimiento en la piel y es normal tener más de uno. Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica que se producen cuando las células que producen pigmento en la piel, denominadas melanocitos, crecen en grupos.
Es común que las personas tengan diversos lunares en su cuerpo. La cifra más regular es tener de 10 a 40 lunares. Con el paso de tiempo, las personas pueden tener más lunares, hasta la edad aproximada de los 50 años. Sin embargo, pueden ir desapareciendo poco a poco.
Los lunares típicos se reconocen por su color marrón. Otros suelen ser de color rosado o de una tonalidad morena/oscura. En cuanto a su forma, pueden ser diferentes dimensiones: planos, elevados, redondos u ovalados. Aunque tener lunares es algo normal, algunos pueden ser dañinos para el cuerpo humano.
Característica de un lunar típico
- Color: los lunares pueden ser marrones, negros, rojos o color canela.
- Textura: en cuanto a este aspecto los lunares benignos se caracterizan por su textura suave, arrugada, plana. Incluso, es una zona donde pueden crecer vellos.
- Forma: ovalados o redondos.
- Tamaño: miden menos de 6 milímetros, lo que equivale a aproximadamente a un 1/4 de pulgada.
Algunas de las zonas en las que pueden aparecer los lunares son las axilas, entre los dedos de las manos y los pies y debajo de las uñas. Factores como las hormonas de la etapa de la adolescencia y el embarazo influyen en el aspecto de los lunares, ya que pueden obtener un color más oscuro o ampliarse y ser más grandes.
Sin embargo, se deben identificar las señales de un lunar atípico, el cual puede ser grave y complicar el estado de salud. Para ello, es importante estar atentos a los cambios de la piel. Observar periódicamente y de forma detallada si aparecen nuevas manchas en la piel o se modifica el aspecto de algún lunar. Mayo Clininc explica una guía ABCDE práctica y fácil de aprender para identificar los síntomas que son señales de alerta.
Signos de un lunar maligno
- Asimetría-A: la asimetría es uno de los principales factores para preocuparse. Se debe observar cuando el lunar está dividido en partes diferentes e irregulares.
- Borde-B: el borde de los lunares con ondas y/o cortes es una señal de alerta.
- Color-C: cuando el lunar presenta varios colores o si ha habido a algún cambio de color en una misma área.
- Diámetro-D: se debe prestar atención a crecimientos en lunares que tengan más de 6 milímetros de diámetro.
- Evolución-E: observar si los lunares han presentado transformaciones o cambios, ya sea en su color, tamaño o diámetro.
Los lunares malignos pueden ser señal de melanoma o cáncer de piel. El melanoma se genera cuando las células que producen pigmento, las cuales dan color a la piel, se convierten en cancerosas. Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer melanoma son: nacer con lunares grandes, tener lunares poco comunes, tener muchos lunares y pertenecer a una familia con antecedentes de cáncer de piel y melanoma.
Para evitar afectaciones en el estado de salud la prevención es la mejor herramienta. Por eso, Sanitas señala que la autoexploración es importante. Observar los lunares y prestar atención a cada uno de sus cambios es una forma de conocer el estado de salud de la piel.