Un estudio del año pasado realizado por universidades de los Estados Unidos y Canadá, ha descubierto que en cuanto mayores son los niveles de magnesio en el organismo, en específico de los jóvenes, menor es su nivel de agresividad. Aunque, por trabajos científicos anteriores ya se sabía que el magnesio se asocia con beneficios en la depresión y ansiedad.
La asociación entre magnesio y hostilidad se da al margen de otros factores como estilo de vida, ingresos, y el uso de suplementos o trastornos anímicos, según investigadores de varias universidades norteamericanas.
El descubrimiento agrega una indicación a la suplementación con magnesio, que algunas personas toman para prevenir enfermedades cardiovasculares y la diabetes, o como tratamiento complementario de estos problemas.
En dicho estudio participaron 4.716 adultos jóvenes y luego de determinar sus niveles de magnesio en función de la ingesta dietética se comprobó que los que los tenían más altos tenían una puntuación de hostilidad casi dos veces más baja.
Sin embargo, los autores de la investigación se plantean nuevos trabajos para averiguar cuál es la dosis de magnesio suplementario que está asociada con mejores resultados en relación con la agresividad.
Aunque, los resultados mencionados anteriormente, se suman a una bibliografía científica en constante crecimiento que respalda los posibles beneficios del magnesio para la salud.
Los informes divulgativos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, equivalentes a un ministerio de sanidad, explican que el magnesio resulta necesario para que se produzcan más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo, desde mantener la función normal de los músculos y nervios hasta estabilizar el ritmo cardíaco, mantener los huesos fuertes o respaldar un sistema inmunitario saludable.
Sin embargo, el 70 % y el 80 % de la población de los Estados Unidos tienen niveles de magnesio bajos, según los autores de la investigación.
Por ora parte, en España, entre el 76 % y el 79 % de las personas presentan una deficiencia con consumos de calcio y magnesio menores al 80 % de las recomendaciones de ingesta diaria, según el estudio ANIBES (Ingesta diaria reportada, diferencias entre el consumo reportado y el nivel necesario para su adecuación y fuentes alimentarias de calcio, fósforo, magnesio y vitamina D en la población española).
Hay que tener en cuenta que la investigación también determinó que el mejor efecto sobre la agresividad se produjo cuando una ingesta alta de magnesio iba acompañada de un consumo también elevado de omega-3.
Según los investigadores, este mineral puede actuar sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) que produce las hormonas del estrés relacionadas con la hostilidad. “Además, el magnesio también puede afectar el metabolismo de la serotonina que se ha relacionado con la depresión”, explican los expertos.
Otro mecanismo de acción potencial podría incluir el papel del magnesio como bloqueador del receptor de N-metil D-aspartato (NMDA, implicado en la depresión mayor), regulando así las vías del glutamato y GABA.
En conclusión, el magnesio también puede desempeñar un papel como antiinflamatorio, efecto que también se puede reflejar sobre la hostilidad.
Alimentos ricos en magnesio
- Una dieta basada en, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas y algas aportará las dosis necesarias.
- Los alimentos vegetales ofrecen aportes más altos en magnesio que los de origen animal.
- Entre las mejores fuentes de magnesio están la avena, las espinacas, las almendras, la col, la soja, el germen de trigo, los dátiles y el sésamo.
- La ingesta diaria recomendada se sitúa en torno a las 350 mg al día. Lo ideal es conseguirla toda a través de los alimentos.