El cabello está expuesto a diferentes factores externos que pueden contribuir en su debilitamiento, como es el caso del sol, el humo de cigarrillo y la contaminación, así como las elevadas temperaturas que recibe con el uso de la plancha, el rizador o el secador. Lo anterior sin dejar de lado los químicos que utilizan los tintes comerciales, que también lo pueden debilitar.

El cabello es un conjunto de pelos que cubren el cuero cabelludo que reviste la cabeza. El cuidado de esta parte del cuerpo está en manos de cada persona y para lograrlo existen diferentes tipos de soluciones, tanto de venta comercial como naturales, que se pueden preparar empleando algunos cuantos ingredientes que de seguro hay en el hogar.

Schwarzkopf enfatiza que hay que diferenciar muy bien dos problemas comunes que se presentan en el cabello: la rotura del cabello y las puntas abiertas. No son lo mismo. Explica que las puntas abiertas significa que están dañadas y empiezan a quebrarse, mientras que la rotura del cabello, por el contrario, implica que hay un daño estructural más pronunciado.

“Se reconoce por pequeños puntos blancos, que indican que el pelo está parcialmente fracturado o roto. Estas fracturas pueden ocurrir no solo en las puntas, sino en todo el pelo, dándole una imagen débil y áspera. En principio la rotura del cabello puede afectar a cualquier tipo y medida de pelo. Sin embargo, el pelo largo o sensible se ve afectado más a menudo, ya que es más susceptible (por ejemplo debido a la edad) y tiene una mayor superficie expuesta”, explica la marca experta en coloración.

El cabello está expuesto a diferentes factores externos que pueden contribuir en su debilitamiento | Foto: Getty Images

La compañía destaca que la rotura del cabello puede desarrollarse debido a distintos factores que resecan el cabello, reducen su elasticidad y atacan la estructura de la superficie. Entre las causas más comunes que enumera Schwarzkopf están: excesivo o incorrecto cepillado, secado o peinado del cabello húmedo; presión fuerte, por ejemplo con moñas o clips; coloración frecuente, ya que la cutícula se abre en el proceso; tratamientos químicos como el alisado permanente; el calor del sol directo y los secadores, planchas o tenacillas eléctricas y la fricción de las bufandas y los jerséis pueden poner áspero el pelo.

La maicena o fécula de maíz es uno de los productos a los que se les ha atribuido propiedades para reparar el cabello e incluso para controlar el frizz. Se trata de un ingrediente muy común en el hogar que aporta fibra, minerales como hierro, zinc, fósforo, magnesio y calcio, así como también vitamina A, vitaminas del grupo B, C y E, explica el portal especializado en salud y bienestar unComo. Precisa que pese a las propiedades que tiene, la maicena por sí sola no repara el cabello, sino que debe ser acompañada con otros elementos para poder surtir estos efectos.

En consecuencia, la maicena suele ser mezclada con agua, así como también con aceite de coco, de argán o de oliva para nutrir y reparar el cabello desde las raíces hasta las puntas, gracias a las múltiples bondades que poseen cualquiera de los aceites en mención para el organismo en general y, por supuesto, para el cabello.

UnComo explica que la forma más sencilla de preparar una mascarilla de maicena para reparar y nutrir el cabello es vertiendo tres cucharadas de este producto en un vaso y medio de agua, se va revolviendo el líquido mientras se incorpora la maicena. Luego de que se hayan integrado bien los dos elementos, se ponen a hervir a fuego bajo, mientras se continúa revolviendo el líquido. Cuando la mezcla adquiera una textura similar a la de un gel, se retira del fuego y se deja reposar por un par de minutos. Una vez haya enfriado, estará lista para aplicar sobre todo el cabello con la ayuda de una brocha, dejarla actuar durante 25 minutos y retirar con agua abundante.

Recomienda aplicar la mascarilla inmediatamente después de haber lavado muy bien el cabello con el champú de uso diario. Serán mejores los resultados si se puede evitar el uso de secador.

El portal señala que si la persona desea nutrir y reparar el cabello y además alisarlo, se pueden agregar tres cucharadas de aceite de coco –previamente hervidas– a la mezcla de maicena y agua hervida y mezclar muy bien hasta que se integren los ingredientes. El proceso de aplicación no varía. Incluso, a esta mascarilla se le pueden añadir tres cucharadas de miel para obtener mejores resultados.