La semana pasada los gobiernos de Malasia, Australia y China emitieron un comunicado en el cual señalaron que la búsqueda había terminado, tras explorar sin éxito cerca de 120.000 kilómetros cuadrados en las profundidades del océano Índico, con la tecnología más avanzada y a un costo de más de 110 millones de dólares. De esta manera, las causas de la desaparición del Boeing 777 seguirán siendo el misterio más grande en la historia reciente de la aviación. A pesar de su esfuerzo descomunal, los investigadores no pudieron corroborar ninguna de varias hipótesis planteadas en su momento.