Una mamografía es una imagen de la mama tomada con rayos X, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, indicó que hay dos tipos de mamografías, de detección y de diagnóstico.

Las mamografías de detección periódicas pueden ayudar a reducir la cantidad de muertes por cáncer de mama en mujeres de entre 40 a 74 años. Esto se debe a que pueden detectar el cáncer de mama temprano y el tratamiento puede comenzar antes, quizás antes de que se haya propagado, mientras que la mamografía de diagnóstico es para personas que tienen un bulto u otros signo o síntoma de cáncer de seno.

Por tal razón, la doctora Paulina Neira, radióloga de Clínica Las Condes, explicó: “varias guías, principalmente de sociedades médicas americanas, recomiendan comenzar con el chequeo a la edad de 40 años con intervalo de un año. Otras, entre las que se encuentran la mayoría de las europeas, recomiendan comenzar a los 50 años con intervalo de dos años. En medio de ambas, también podemos encontrar guías que recomiendan comenzar a los 45 años con intervalo anual antes de la menopausia y cada dos años en la postmenopausia”.

Además, agregó: “en el caso de mujeres con antecedente de cáncer de mama al interior de la familia, como madre o hermanas, se recomienda comenzar cinco o diez años antes de la edad en que a ese familiar se le diagnosticó el cáncer”.

Resultados

Las mamografías, también llamadas mamogramas, son imágenes en blanco y negro del tejido mamario. Son imágenes digitales que aparecen en la pantalla de una computadora. Un médico especializado en interpretar pruebas por imágenes (radiólogo) examina las imágenes.

El radiólogo busca evidencia de cáncer y otras afecciones que pueden requerir otras pruebas, seguimiento o tratamiento. Los resultados se recopilan en un informe y se le entregan al proveedor de atención médica.

Cáncer de mama

Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón y el tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama. Por tal razón, la mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o en los lobulillos, según los CDC.

El cáncer de mama es la proliferación anormal y desordenada de células mamarias malignas que conduce al crecimiento descontrolado de un tumor dentro de la mama, el cual tiene la capacidad de invadir a otros órganos. Se considera la primera causa de enfermedad y muerte por cáncer entre las mujeres colombianas. También se presenta en menor número en hombres, según el Ministerio de Salud.

Algunos estudios han demostrado que el riesgo de tener cáncer de mama se debe a una combinación de factores. Los principales factores que influyen en el riesgo de una persona incluyen ser mujer y hacerse mayor. Además, la mayoría de los cánceres de mama se detectan en mujeres de 50 años o más.

Por ello, la actividad física, la alimentación saludable, evitar el sobrepeso, disminuir el consumo de alcohol, así como el amamantamiento pueden reducir el riesgo de padecer cáncer de mama.

Los signos y síntomas del cáncer de mama incluyen:

  • Presencia de masas o bultos en los senos o en las axilas.
  • Endurecimiento o hinchazón de una parte de las mamas.
  • Enrojecimiento o descamación en el pezón o las mamas.
La mayoría de los cánceres de seno comienza en los conductos que llevan la leche hacia el pezón. | Foto: lev dolgachov
  • Hundimiento del pezón o cambios en su posición.
  • Salida de secreción por el pezón, en periodos diferentes a la lactancia.
  • Cualquier cambio en el tamaño o forma de las mamas.
  • Dolor en cualquier parte de las mamas o axilas.
  • Inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula.

De acuerdo con la Liga Contra el Cáncer, cada año, más de 13.000 mujeres desarrollan cáncer de seno y se estima que 3.500 mueren.