A pesar del debate que se ha dado sobre cuál es la mejor manera de hacer mamografías de tamizaje para cáncer de seno, las tres principales asociaciones médicas de Estados Unidos aún no se ponen de acuerdo en el tema. La semana pasada, sin embargo, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) publicó sus nuevas guías para este tipo de prevención. El nuevo protocolo recomienda que el inicio de toma de mamografías sea bianual desde los 50 hasta los 74 años. Sin embargo, el organismo advierte que la decisión de realizar imágenes antes de esta edad debe ser individualizada, pues cada mujer cuenta con factores de riesgo únicos. Si la madre, hermanas o hijas han tenido cáncer de seno, o existe una historia personal de lesiones en mama o marcadores genéticos positivos (BCR1 o BCR2), el examen se debe hacer antes. Las nuevas guías buscan disminuir el alto número de falsos positivos y de sobrediagnóstico que se da cuando se inicia el tamizaje antes de los 50 años. El cáncer de mama se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de entre 55 y 64 años, lo que convierte a la edad en el factor de riesgo más importante para desarrollar la enfermedad. La mamografía es un examen de imágenes donde se ven distintas proyecciones de los senos, pero su eficacia depende de la cantidad de tejido glandular que tengan las mujeres. Como dicho tejido es reemplazado por tejido adiposo (grasa) a medida que pasa el tiempo, esta fotografía, por decirlo así, es mucho más clara. Antes de los 35 años no evidenciaría una masa, ya que esta podría estar siendo cubierta por el tejido glandular, lo que hace que reporte falsos negativos. En mujeres menores de 40 la opción recomendable, si hay presencia de masa en el examen físico o factores de riesgo mayores para el desarrollo de la enfermedad, es el uso de ecografías. La USPSTF basó su decisión en esa consideración y es que hacer mamografías de rutinas a mujeres en la cuarta década de la vida aumenta la realización de pruebas invasivas que incluyen biopsias, cirugías y tratamientos que no van a disminuir la mortalidad de la enfermedad, pero sí pueden producir un efecto contraproducente al generar ansiedad en las pacientes sobrediagnosticadas. En Colombia los protocolos son similares a los propuestos por la USPSTF. La Resolución 412 del 2000 (Guía de promoción de la salud y prevención de enfermedades de salud pública) recomienda la toma de mamografías cada dos años a mujeres de entre 50 y 69 años y en menores dependiendo de los factores de riesgo que tenga cada mujer de desarrollar la enfermedad. De igual forma, el médico debe informar los riesgos y beneficios de la toma del examen. El cáncer de seno ocupa el primer puesto en número de casos nuevos al año, por encima del cáncer de cuello uterino, por eso la importancia de informar a las mujeres sobre signos de alarma para consultar al médico y la realización de autoexamen de mama. En todo caso, a finales de enero el Colegio americano de obstetras y ginecólogos convocó a una conferencia a la que están invitados 30 grupos diferentes para buscar un consenso definitivo sobre el tema, pues la falta de unificación de criterios lo único que ha hecho es confundir a las mujeres sobre un asunto tan importante.