La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de arterias, conductos a través de los cuales se mueve a las diferentes partes del cuerpo. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación, explica la Fundación Española del Corazón (FEC).

Cuando esa tensión es muy alta, se habla de hipertensión, una patología crónica en la que los vasos sanguíneos pueden dañarse. Es un padecimiento que se caracteriza por no presentar síntomas claros, además de que en muchas oportunidades tarda en manifestarse.

Si bien no se evidencia, es un factor de riesgo cardiovascular muy prevalente y aunque es una enfermedad tratable, la falta de control desencadena complicaciones graves, como infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca o ictus.

Diversos factores pueden afectar la presión arterial, entre ellos, la cantidad de agua y de sal que la persona tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles hormonales, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La alimentación es determinante para controlar la presión arterial. | Foto: Libre de derechos

La alimentación es determinante para evitar que la presión arterial se eleve. La ingesta de frutas y verduras es una de las principales recomendaciones de los especialistas con miras a tener una condición saludable. También es importante consumir alimentos bajos en sal y aquellos que sean fuente de potasio, calcio y magnesio.

Según la FEC, la forma más fácil de reducir la sal en la dieta es no añadirla a los alimentos. “Los alimentos frescos suelen tener una concentración de sal más baja que los precocinados como los cubitos de caldo, sopas comerciales, bacalao salado, tocino de cerdo, caviar, pizzas, tocineta, precocinados, jamón serrano, aceitunas, jamón cocido, queso manchego, patatas fritas comerciales y embutidos”.

En cuanto al potasio, su ingesta ayuda a regular los niveles de sal en la alimentación. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, este mineral reduce los efectos del sodio y alivia la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos.

La mandarina aporta potasio que ayuda a controlar la presión sobre las arterias. | Foto: Libre de derechos

Mandarina contra la hipertensión

La Organización Mundial de la Salud aconseja que los adultos consuman al menos 3.510 miligramos (mg) de potasio al día. Una de las frutas que contiene este mineral es la mandarina, por ello su consumo regular, en el marco de una dieta equilibrada, ayuda a controlar la tensión, debido a que el potasio contribuye a eliminar el exceso de sodio por la orina.

De igual forma, es un alimento rico en compuestos antioxidantes, por lo que mejora la salud de los vasos sanguíneos y facilita la circulación sanguínea, previniendo y controlando la hipertensión arterial.

Para aprovechar este beneficio lo mejor es consumirla fresca, al menos dos porciones al día, con la idea de que el organismo también reciba el aporte de su fibra. De igual forma, se puede tomar su jugo, preferiblemente en la mañana, o utilizarla en la preparación de recetas como salsas y tortas.

En el caso de las hojas y las cáscaras, pueden ser usadas en forma de té, bebida que contribuye con diversas bondades y aporta una serie de beneficios medicinales al organismo.

Otros alimentos ricos en potasio

  • Plátano: Un banano mediano contiene alrededor de 422 miligramos de potasio. Otras frutas ricas en potasio son: la papaya, el mango, la guanábana, la guayaba, la sandia, el albaricoque, la toronja, el melón y las frutas secas como dátiles, higos, ciruelas, pasas y albaricoques.
Las espinacas son ricas en potasio, mineral bueno para evitar la hipertensión. | Foto: Getty Images
  • Vegetales de hoja verde: las hortalizas o verduras de hojas verdes oscuras son ideales para incluir en las ensaladas. Aquí se incluye la col rizada y las espinacas. Otros vegetales son las coles de bruselas, el brócoli y las acelgas.
  • Aguacate: Es uno de los alimentos con mayores niveles de potasio. Adicionalmente, es rico en ácido oleico, igual que el aceite de oliva, y tiene fibra y otros minerales.
  • Salmón: Este pescado contiene 340 miligramos de potasio por cada 100 gramos. A pesar de ser uno de los más grasos, su consumo es muy recomendable porque aporta ácidos grasos omega-3.