Verónica Suárez, de 31 años, lleva casi dos años casada con Andrés Carvajal, de 33. Aunque su relación siempre fue estable en los cuatro años de noviazgo y unieron sus votos con la meta de formar una familia, las cosas comenzaron a complicarse cuando Verónica descubrió que Andrés estaba lleno de deudas. “Siempre hubo plata para que saliéramos e incluso pagamos entre ambos la primera cuota del apartamento unas semanas antes de casarnos. Pero con el paso de los meses él comenzó a decirme que no tenía para pagar los servicios ni el mercado porque tenía cuotas muy altas de sus tarjetas de crédito”, afirma Verónica. Estuvo a punto de pedirle el divorcio a Andrés por sus desórdenes financieros, pues las discusiones por los pagos de las obligaciones “se volvieron una constante. Tuvimos que pedir asesoría con un especialista para manejar la situación”, contó a esta revista.Casos como el de Verónica y Andrés son bastante frecuentes. El mes pasado, una encuesta realizada en Reino Unido por la firma YouGov reveló que el dinero es la principal causa de conflicto entre las parejas con un 26 por ciento, por encima de la falta de afinidad, la crianza de los hijos o incluso la infidelidad. Manisha Thakor, autora del libro Get Financially Naked: How to Talk Money with Your Honey, señala que es incontable el número de parejas que después de casarse descubren que tienen metas financieras completamente distintas. Esto se debe principalmente a que varias de ellas no discuten a fondo sobre este tema tan delicado y cuando lo dejan pasar a un segundo plano les pasa factura y puede provocar su separación. “Históricamente el matrimonio fue una transacción económica y el amor llegaba después. Pero ahora es completamente lo opuesto”, afirma Thakor. El dinero no tiene mayor trascendencia al comienzo de una relación porque normalmente ambos comparten los gastos y las invitaciones. Pero cuando ya hay una unión legal de por medio como el matrimonio el asunto se puede volver fácilmente espinoso. Normalmente uno gana o tiene más dinero que el otro, por lo cual negociar y dividir entre sí las responsabilidades de la casa no es una tarea fácil. Mucho menos cuando llegan los hijos y hay que responder por ellos. “Muchas parejas pasan meses o años tratando de conocerse a nivel emocional y romántico, pero cometen el gran error de no evaluar si son financieramente compatibles”, dice Philip DeMuth, experto en finanzas.Le puede interesar: Diferentes formas de asegurar un dinero fijo para su futuroLa comunicación es fundamental para cualquier pareja, pero cuando se trata de plata por lo general a muchos les cuesta hablar abiertamente sobre el tema porque “despierta muchas susceptibilidades. Conversar sobre cuánto gana el otro y cuánto aporta para la casa es un tema que a la mayoría le causa malestar”, dijo a SEMANA la psicóloga María Elena López. Tanto es así que para algunas parejas resulta más fácil hablar de sexo que de dinero. Así lo considera la psicóloga Corrine Sweet, autora del libro Stop Fighting About Money, quien afirma que este es “el último gran tabú del matrimonio”. Sweet afirma que en el siglo XXI las discusiones por dinero entre parejas se han potenciado porque el dinero se ha vuelto “invisible”. Las tarjetas de crédito, las transacciones virtuales y otros métodos de pago distintos al efectivo provocan mayores conflictos, pues es más difícil tener las cuentas claras. De hecho, algunos expertos hablan de la infidelidad financiera, un fenómeno muy común hoy en día, pues cerca de un tercio de las personas le ha ocultado grandes deudas a su pareja e incluso uno de cada diez cónyuges ha mantenido en secreto algún fondo de ahorros. Al respecto, López afirma que el dinero no solo tiene valor económico, sino también emocional y social, pues está relacionado con aspectos como “el poder, el control, el reconocimiento o el desarrollo personal”, según dijo a esta revista. Por eso es indispensable que la pareja “dedique tiempo a identificar las expectativas y el historial financiero de cada uno para luego definir entre ambos cómo invertir, ahorrar y gastar el dinero”, añade López.Le recomendamos leer: Una solución para salir de deudasSegún Jacquette Timmons, autora del libro Intimidad financiera: cómo crear una relación saludable con su dinero y su pareja, una persona puede hacer con el dinero cuatro cosas: ganarlo, ahorrarlo, invertirlo o gastarlo. La experta recomienda a las parejas enfocarse en una de esas categorías para evaluar los deseos de cada uno y así conciliar y mejorar el manejo de sus finanzas personales. Timmons, al igual que otros expertos en esta materia, sugiere usar siempre la palabra “nosotros” en vez de “tú” o “yo” cuando se discuta de plata, pues deben trabajar en equipo y pensar en ambos y no solo en sus propios intereses. Aunque siempre se ha dicho que los opuestos se atraen y cualquiera pensaría que en materia financiera la regla no aplica, el autor y planeador financiero Jeff Motske, autor de La guía de pareja para la compatibilidad financiera, afirma que las uniones de personalidades parecidas son más propensas a pelear por dinero, pues si ambos gastan a manos llenas terminarán en bancarrota, o si, por el contrario, suelen ser demasiado ahorrativos tampoco disfrutarán la vida. Por eso a veces es mejor que haya un equilibrio entre ahorradores y despilfarradores, pues se complementan. Pero esto solo funciona si ambos “están dispuestos a hablar de sus diferencias y trabajar entre sí con mucho compromiso para salir adelante”, afirma Motske.También le recomendamos leer: Siete extrañas razones por las cuales las personas se enamoranParadójicamente, el dinero también puede llegar a ser un factor de unión. Muchas parejas constituyen verdaderas sociedades para hacer capital y obtener beneficios mutuos. “Es un desafío que trae tanto satisfacciones y logros como frustraciones y malos entendidos”, señala López. Pero para eso hay que partir de lo básico y preguntarle al otro sobre el significado que tiene el dinero en su vida. “Si uno contesta que la plata es para gastarla en lo que a uno le gusta y el otro señala que primero el deber y luego el placer, pues de entrada vemos que hay dos enfoques distintos que hay que evaluar y trabajar”, añade López. Solo así podrá haber armonía conyugal y los conflictos por el manejo del dinero disminuirán.__________________________________________________________________________________________________________________Finanzas conyugalesEsto recomiendan los expertos sobre lo que se debe y no se debe hacer para administrar el dinero en pareja.1. Responder qué representa el dinero para cada cual: ambos deben escribir su respuesta en papel o un correo electrónico dirigido a su pareja para luego discutirlo juntos.2. Identificar el historial financiero de cada uno: en el manejo de las finanzas es bueno tener en cuenta la experiencia personal de cada uno para saber a qué atenerse.3. Que el dinero no sea tema de conversación siempre: aunque es vital hablar de plata, hay que procurar no hacerlo en espacios públicos ni ocasiones especiales como una cena o una fiesta.4. Revise sus cuentas cada tres a seis meses: la situación financiera puede cambiar de un día para otro y es necesario que esto lo comenten en pareja con cierta periodicidad. Así podrán mantenerse estables y unidos.5. Consulte a un experto en finanzas: deben buscar un asesor financiero que desde una posición neutra les brinde la solución más justa y equitativa para administrar el dinero.