El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa muy grave, conocida por las pérdidas de memoria que provoca. Aunque aún no existe en el mundo un tratamiento definitivo que contrarreste sus efectos, sigue siendo muy importante la detección temprana de esta enfermedad.
¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?
Actualmente, no existe evidencia científica sobre una causa concreta. Sin embargo, lo cierto es que hay factores que pueden influir en su aparición, algunos de ellos son:
- Predisposición genética
La relación entre el Alzheimer y la genética es una cuestión que preocupa mucho a las familias en las que hay antecedentes de esta patología, ya que puede ser una enfermedad hereditaria. Sin embargo, este no es el caso para la mayoría de personas, entendiéndolo como una enfermedad genéticamente determinada. Lo anterior se refiere a que un padre o una madre que tengan la enfermedad no significa necesariamente que sus hijos vayan a desarrollarla.
¿Cuál es la relación entre la genética y el Alzheimer?
Actuales investigaciones han determinado algunos genes asociados con la enfermedad de Alzheimer. Unos genes aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad (genes de riesgo), otros, en su lugar, son la causa segura de padecerla (genes determinantes), sin embargo, estos son inusuales y no existen muchos estudios y teorías relacionadas.
El gen más común asociado a esta enfermedad es conocido como Apolopoproteína E, la cual tiene tres formas comunes llamadas APOE e2, la menos común en la población y que parece disminuir el riesgo; APOE e3, la más común y que no parece incidir en el riesgo de Alzheimer y por último, la APOE e4, la cual es de frecuencia intermedia comparada con las dos anteriores y que se relaciona con un incremento del riesgo de padecer esta patología degenerativa de la psique.
Es relevante tener presente que cada persona cuenta con dos copias de cada gen, una de cada progenitor. Por tanto, así como se hereda un gen APOE de nuestro padre y otro de nuestra madre, tendremos dos copias del mismo.
En el 99 % de los casos, la genética no es un factor determinante en la aparición del Alzheimer, el principal factor de riesgo para la manifestación de dicha patología corresponde al hecho de hacerse mayor.
Por tanto, aunque existen ciertos aspectos genéticos que sí influyen en la predisposición de desarrollar Alzheimer, en la mayoría de los casos, no son determinantes para su aparición.
Efectos del Alzheimer
Esta es una enfermedad relacionada con la demencia, a ella se asocia una serie de síntomas, que además pueden presentar diferencias dependiendo de cada caso.
El síntoma más destacado es la alteración de la memoria, especialmente la memoria reciente y la retención de nueva información. Además de este síntoma principal, dicha patología puede afectar a quien la padezca en su lenguaje, conducta, personalidad, estado anímico, sueño y orientación.
¿Cómo prevenir el Alzheimer?
El desarrollo de nueva tecnología médica ha determinado que los “juegos cerebrales” mantienen la mente activa y ayudan a prevenir la aparición del Alzheimer o demencia.
El origen de esta idea parte de investigaciones que revelan que estos juegos diseñados por neurocientíficos de prestigiosas universidades desarrollan en el cerebro humano un entrenamiento cognitivo que lo mantiene en función. Sin embargo, la búsqueda de medios efectivos para mitigar o posponer el declive cognitivo asociado a la edad ha llevado a reconocer la complejidad de la cuestión.
Envejecimiento saludable: más allá de mantener la mente activa
Medir el efecto de algunas intervenciones puede ser bastante complicado, especialmente de aquellas relacionadas con el estilo de vida y la interacción de distintas actividades (pasear con amigos, asistir a conferencias, visitar museos), pese a ello, actualmente se adelantan diferentes estudios que permiten medir el efecto de la práctica de estas actividades en la aparición de esta enfermedad degenerativa.
Es claro que medir los efectos de este tipo de actividades es más complicado que los derivados de la ingesta de una medicación comparándolo con un placebo. Por lo cual, evaluar una herramienta determinada de entrenamiento cognitivo para mantener la mente activa puede ser más fácil que evaluar una intervención social compleja. Y aun así, a menudo se encuentran factores difíciles de controlar que pueden influir en los resultados.
En conclusión, las investigaciones científicas apuntan cada vez más a que el éxito del envejecimiento depende en gran medida de los efectos a largo plazo de un estilo de vida saludable y activo, en el que mantener una mente activa es uno de los pilares para contar con un cerebro sano.