Las enfermedades asociadas al corazón son la principal causa de muerte en el mundo, según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los datos de este organismo multilateral indican que al año fallecen en el planeta más de 17 millones de personas por problemas cardiovasculares. Estas enfermedades son catalogadas por la OMS como un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos que causan la enfermedad coronaria, hipertensión arterial sistémica, la cerebrovascular, la enfermedad arterial periférica, la insuficiencia cardíaca y la cardiopatía reumática, entre otras.
Los riesgos de que las personas sufran de estas enfermedades aumentan con la edad y una de las mejores maneras de prevenirlas es la alimentación. Expertos en salud insisten en que el consumo suficiente de variedad de frutas y verduras puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas y muerte prematura.
Hay algunas frutas que son especiales para cumplir con este objetivo. Dos de ellas son las manzanas y las mandarinas. Según información de la Fundación Española del Corazón, las manzanas pueden ayudar a controlar el colesterol, una de las afecciones que pueden incidir en la salud del corazón.
Destaca esta institución algunos estudios en los que se determinan las virtudes de esta fruta, la cual es rica en fibra, vitaminas A y C, potasio, hierro, magnesio, flavonoides y calcio. Estas propiedades son beneficiosas para la prevención de las enfermedades coronarias y el cáncer, así como para mejorar la tasa de glucosa en la diabetes tipo 2.
Investigadores de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, realizaron un estudio con 160 mujeres posmenopáusicas de entre 45 y 65 años, la mitad de las cuales ingirió una manzana al día durante un año. Todas ellas redujeron en un 23 % el colesterol LDL, conocido como malo y aumentaron un 4 % el HDL, al que se le llama bueno.
Los resultados del estudio también reconocen el poder protector de la manzana en la aterosclerosis, fundamentalmente por su composición rica en pectina, una sustancia con propiedades favorables en el metabolismo del colesterol. La aterosclerosis es una afección en la cual la placa de grasa se acumula dentro de las arterias
Por su parte, según la AARP, una organización estadounidense sin ánimo de lucro que atiende a personas mayores de 50 años, cita otro estudio efectuado por la Universidad del Estado de Ohio, en el que se concluye que una manzana al día puede reducir el colesterol malo hasta en un 40 %.
También, el Estudio de salud de la mujer de Iowa, que le hizo seguimiento a más de 34.000 mujeres posmenopáusicas durante 18 años, encontró una conexión entre el consumo de manzanas y un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiaca, indica la AARP.
Las mandarinas combaten la aterosclerosis
Por su parte, los análisis científicos indican que las mandarinas podrían ayudar a controlar la arterioesclerosis. Investigadores de la Universidad de Ontario Occidental (Canadá), descubrieron en las mandarinas una sustancia denominada nobiletina, un tipo de flavonoide que previene la obesidad y puede proteger frente a la diabetes tipo 2 y la aterosclerosis.
Los estudios realizados en ratones apuntan a que esta fruta reduce las posibilidades de padecer un infarto de miocardio o un ictus cerebral.
Debido a su alto contenido en potasio, la mandarina provoca que la sangre fluya con la velocidad adecuada por el cuerpo. Así, esta ingresa y sale del corazón a un ritmo más saludable.
Por su parte, el portal de bienestar y salud Tua Saúde indica que precisamente gracias a este mineral, la mandarina puede ayudar a prevenir y controlar la hipertensión arterial, una de las enfermedades que está asociada con los problemas de salud del corazón.
Otras frutas favorables
La Fundación Española del Corazón asegura que los arándanos también son una fruta ideal para cuidar este órgano. Beber tres tazas de jugo de arándanos al día puede elevar los niveles de colesterol bueno en un 10 % y reducir la enfermedad cardiaca en un 40 %, según demostró un estudio de University of Scranton en Pensilvania. Además, el jugo de esta fruta disminuye la ateroesclerosis al impedir que se forme placa en las arterias.