La manzanilla o Chamaemelum nobile, es una hierba con propiedades curativas, que se consume como una infusión y que también es usada tópicamente. La planta puede alcanzar 60 centímetros de altura y se reconoce por sus pequeñas flores de pétalos blancos y su agradable aroma.
A esta planta originaria de Europa, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y sedantes, entre otras, que ayudan a conciliar el sueño y a aliviar algunas molestias del cuerpo.
Desde siglos atrás ha sido utilizada para tratar una diversidad de malestares, que van desde irritaciones cutáneas, hasta dolores estomacales, por culturas tan remotas y diversas como la egipcia, la romana y la griega.
Se encuentra fácilmente en prados y lugares donde se encuentre hierba e incluso en medio de la maleza, principalmente en terrenos secos y montañosos, ubicados a una altura entre mil doscientos y dos mil metros sobre el nivel del mar.
Es con las partes secas de la planta, principalmente las flores que se prepara la infusión. Su popularidad, hace que sea fácil encontrarla tanto en la presentación de bolsas de té, ya listas para el agua caliente y algunas veces mezclada con otras plantas, o encontrar manojos de la planta, más frescas para que la pueda preparar a su gusto.
De acuerdo a la web Mejorconsalud, especializado en temas de salud y bienestar, existen propiedades medicinales otorgadas a esta planta, por sus componentes. Aquí le contamos cuáles son.
Es digestiva, y a ella se puede recurrir para aliviar los cólicos estomacales, la indigestión, los gases, la gastritis, las náuseas y el vómito. Esto gracias a sus propiedades carminativas, lo que quiere decir que ayuda a reducir el gas abdominal, relaja los intestinos, desinflama, y así alivia el dolor y demás molestias.
Además ayuda a prevenir el aumento del ácido clorhídrico, lo que produce la acidez de los jugos gástricos. Por todo esto, bien puede considerar tomar una taza de la infusión para prevenir la indigestión.
Otra de sus características es que es vasodilatadora, lo que significa que produce relajación de los vasos sanguíneos, lo que permite que la sangre fluya con mayor facilidad.
Así es como ayuda a desinflamar y distender esas partes del cuerpo en las que se presente hinchazón o dolor. Por eso se recomienda tomarla, como otras bebidas naturales, cuando tenga espasmos, fiebre, hemorroides, cólicos estomacales o menstruales y diarrea.
Como otras hierbas medicinales, la manzanilla es un sedante y tranquilizante natural, capaz de producir sueño natural y reparador, y calmar los nervios, gracias a que contiene apigenina, un suplemento natural.
Inclusive hay estudios recientes que han demostrado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la ansiedad. Según registra Mejorconsalud, “si bien la manzanilla no ‘curó’ el problema, sí ayudó a los pacientes a relajarse y a sentirse más tranquilos, como por ejemplo, a la hora de ir a dormir”.
Un punto extra a favor de consumirla con este fin, es que no provoca somnolencia al otro día, como ocurre con medicamentos usados para lograr dormir, y no produce riesgo de generar dependencia.
Otro de los usos que se le da es para sanar heridas, aunque sobre esto no existen investigaciones suficientes. Por lo general se toman las bolsas de la infusión y se ubica sobre piel irritada. Se cree que funciona porque sus propiedades ayudan a la piel a regenerar tejidos.
La manzanilla es buena para el cuidado del cabello y más si este es de un tono claro pues resalta su vitalidad. Es usada para aclararlo y darle brillo. Por sus efectos relajantes se dice que también es buena para el cuero cabelludo.
De hecho, es posible encontrarla como ingrediente en diferentes productos para el cuidado capilar y otros de tipo cosméticos creados para la piel. Esto porque limpia y descongestiona los poros.
Un uso más que se le da es para calmar el enrojecimiento del área de los ojos, producido ya sea por deshidratación, alergias o infección como la conjuntivitis. En estos casos, después de preparar la infusión, se deja enfriar, y se usa un algodón para aplicarla en esa zona.