La EPS Famisanar define el mareo como una serie de sensaciones con las que una persona puede experimentar “inestabilidad, pérdida del equilibrio, sensación de desmayo, desvanecimiento, debilidad o atontamiento. Generalmente, crea una falsa sensación de que tú o el entorno está girando o en movimiento, a lo que se le conoce como vértigo”.
Explica que las causas que originan el mareo pueden obedecer a distintos motivos. En primer lugar, alude a los problemas que una persona puede tener en el oído interno, los cuales pueden producir mareo y vértigo, pues ahí es donde se encuentra el sentido del equilibrio. Realizar movimientos repentinos y bruscos también pueden causar mareo, así como los efectos secundarios de ciertos medicamentos, la mala circulación sanguínea, una lesión o una infección.
Destaca que hay diversos tipos de enfermedades que recogen entre su sintomatología los mareos, tales como la hipertensión, la diabetes o los trastornos de ansiedad y pánico, sobre todo en los adultos mayores. Lo anterior sin dejar de lado a las mujeres en estado de gestación, pues debido a la presencia hormonal se disminuye la tensión arterial, lo que produce sensación de mareo al levantarse, señala la entidad.
Entre las causas que se destacan en el vértigo, el doctor Nicolás Pérez Fernández, codirector del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), las enumera por orden de frecuencia, es decir, de las más comunes a las que menos lo son.
El vértigo posicional paroxístico benigno, la enfermedad de Ménière y la neuritis vestibular, son las primeras que el especialista menciona y representan el 54 % de las consultas por mareo y vértigo. Explica que hay otras causas de origen otológico o periféricas, como los tumores (neurinoma del acústico), traumáticos, infecciosos, tóxicos o idiopáticos, que suponen el 33 % de las consultas. “Dentro de la patología neurológica, la de origen vascular y la esclerosis múltiple son las de mayor incidencia”, dice.
De acuerdo con el galeno, cualquier persona puede llegar a padecer vértigo, sin embargo, los síntomas varían acorde a la edad del paciente.
La EPS Famisanar que lo primero que debe hacer una persona cuando presenta mareo al levantarse es “valorar e identificar la duración, la intensidad y la frecuencia con la que aparece”. Lo anterior con el objetivo de descartar una serie de problemas que pueden llegar a ser graves, como lo son el ictus, una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre en el cerebro.
“Cuando hablamos del mareo cada vez que nos levantamos, hablamos de vértigo posicional, el cual se produce, como su propio nombre lo indica, cuando las personas cambian de posición y es posible que se dé tanto al acostarse como al levantarse”, agrega.
Es una situación que puede ser controlada cuando suceda o, dado el caso, ser tratada para que no se vuelva a presentar. La EPS Famisanar enumera una serie de consejos con ese propósito:
- Mantenerse hidratado durante el día, beber suficiente agua, además de adopta una dieta sana y equilibrada, para aportarle al organismo todos los alimentos que necesita para mantenerse sano.
- Evitar los movimientos rápidos y repentinos, si la persona requiere ayuda, se puede apoyar con un bastón para conservar la estabilidad.
- Al eliminar los obstáculos innecesarios y mantener despejado el hogar frente a posibles caídas por mareo, la persona estará previniendo lesiones que podrían ser de consideración. La entidad recomienda utilizar alfombras antideslizantes y alejar los cables y otros objetos que puedan afectar la salud de las personas.
- En caso de presentar un mareo por causa de exceso de calor, se debe guardar reposo en un lugar fresco y combatir la deshidratación.
La EPS indica que no se debe esperar a que sea tarde y en su portal web recomienda tener en cuenta que “la mejor manera de tener una vida llena de salud es cuando te pones como prioridad a ti mismo”. En ese sentido, recomienda asistir al médico cuando la persona presente síntomas como sensación de vértigo constante o mareos repentinos y fuertes sin causa aparente; dolor de cabeza intenso; dificultad para respirar o dolor en el pecho; taquicardia; dificultad para hablar, convulsiones, desmayos o visión doble y/o parálisis en brazos o piernas acude de inmediato al servicio de urgencias.