En diferentes países de América Latina y Europa predomina la creencia de que los días martes y viernes 13 son augurios de mala suerte o de que algo malo podría pasar.
La tradicional frase “en martes 13, ni te cases ni te embarques” ha prevalecido de generación en generación entre quienes consideran que este es un día donde no se deben tomar decisiones importantes porque las consecuencias no serán positivas.
Como la mayoría de las creencias populares, el origen es desconocido, pero muchos lo atribuyen a creencias religiosas o mitológicas y se relaciona con la fobia hacia el número 13.
De acuerdo con National Geografic, el 13 siempre ha tenido una connotación negativa en diferentes culturas. En la cábala judía, por ejemplo, existen 13 espíritus malignos. La cifra también se asocia con el carnero, víctima que Abraham debía sacrificar ante Dios y por tanto es un número de muerte.
En el caso del cristianismo, según Natgeo, hay tres augurios negativos que rondan el 13: los 13 asistentes de la Última Cena, la creencia de que Jesús fue crucificado un viernes 13 y finalmente, en el libro del Apocalipsis, el anticristo se revela en el decimotercer capítulo.
Al episodio de la crucifixión de Jesús también se suma que el 13 de octubre del año 1307 se inició la persecución contra los caballeros templarios que acabaría con la destrucción de esta orden.
En cuanto a la mitología vikinga, hay una referencia de hecho catastrófica referenciada con el 13 y que se asociaba con Loki, el dios traicionero y creador del caos, que era representado con este número.
En el tarot, el número 13 significa muerte y en la cultura egipcia se entendía como la fase 13 del ciclo de la vida que representaba realmente el momento de morir.
En cuanto al día puntual del martes, la superstición se asocia con la divinidad romana Marte, el dios de la guerra. De acuerdo con los historiadores de NatGeo, los romanos y griegos eran muy influenciados por sus dioses en la vida cotidiana y el encargado de generar conflictos, desatar guerras y momentos violentos era Marte.
Los dioses solían estar presentes en las bodas de los reyes, príncipes y en general de la clase alta romana, sin embargo, la presencia de Marte en alguna de ellas no era bien visto y se pensaba que ese matrimonio probablemente fracasaría.
En cuanto a la combinación entre martes y el número 13 como fecha de mala suerte se cree que tiene que ver con el momento de la fusión entre el cristianismo y el imperio romano, etapa en la cual las culturas y creencias se fusionaron.
Además, también se asocia el martes 13 a la caída de Constantinopla a manos de los otomanos en 1453. De acuerdo con algunos historiadores, el asalto final habría ocurrido un martes 13, pero otros afirman que esto realmente pasó el 29 de mayo.
También se vincula el martes 13 con el momento en que se generó la confusión de las lenguas durante la construcción de la Torre de Babel que buscaba llegar al cielo pero, al cambiar los dialectos y no poder entenderse, los constructores se distribuyeron por todo el mundo.
El viernes también ha sido considerado como un día de malos presagios en diferentes culturas. De acuerdo con NatGeo, en Italia, por ejemplo, el viernes 17 es de mal augurio porque proviene nuevamente de la cultura romana, ya que en numerales romanos se escribe como XVII, que reorganizando las letras se puede leer como vixi (en latín, “viví”, lo que implica estar muerto).
En otras culturas el 13 no es el número que se relaciona con las tragedias sino otros. En Japón, por ejemplo, es el 4, que significa muerte. De hecho, los más creyentes de esta fobia crearon una lectura alternativa al número que ahora se pronuncia yon.