Con el paso de los años, a través de la historia, en todo el mundo se han difundido diferentes creencias sobre diversos temas y, en ese camino, empiezan a aparecer supersticiones.
Es así como en diferentes culturas se les guarda algún tipo de respeto o temor bien sea a lugares, actividades, o fechas, entre las que vale mencionar algunas como: si se rompe un espejo significa varios años de “mala suerte”; si se riega la sal, igual; si se pasa debajo de una escalera, también.
Por ejemplo, en países como Irlanda, creen que en año nuevo quien debe salir primero es un hombre “alto, moreno y guapo”, para atraer buena suerte, según informa el portal H 4 Idiomas, y “nunca una niña pelirroja, ya que trae mala suerte”.
Además, en varias producciones del séptimo arte se han evidenciado diversas creencias que se tienen también, por ejemplo, en los Estados Unidos, prueba de ello es la película Devuélveme mi suerte, protagonizada por Lindsay Lohan, en la que una joven realiza diversas actividades que son de “mala suerte”, como abrir una sombrilla antes de salir y no al contrario, y por lo cual, le ocurren varios episodios desagradables.
Sin embargo, en diferentes culturas, mucho se ha hablado del llamado martes 13, al que en Colombia se le tiene “mal agüero”, es decir, para muchas personas no es un buen día, al punto que deciden no hacer negocios, cancelar algunas citas, entre otros.
Vale decir que en las culturas y creencias, el número 13 está asociado a algo desagradable, por ejemplo, en cuanto a la mitología vikinga, hay una referencia de hecho catastrófico referenciado con el 13 y que se asociaba con Loki, el dios traicionero y creador del caos, que era representado con este número.
Mientras que en el tarot, el número 13 significa muerte y en la cultura egipcia se entendía como la fase 13 del ciclo de la vida que representaba realmente el momento de morir. La astróloga Patricia Kesselman en El Clarín de Argentina, manifiesta que su “mala fama puede tener que ver con la carta del Tarot que lleva ese valor, que es la carta de la muerte y corresponde al primer número después de la finalización de un ciclo (12) y se relaciona con un nuevo inicio (nacimiento, muerte y regeneración) pasando, previamente, por la disolución”.
En cuanto al caso específico del martes, la superstición se relaciona directamente con la divinidad romana de Marte, el dios de la guerra. Según los historiadores de NatGeo, los romanos y griegos eran muy influenciados por sus dioses en la vida cotidiana y el encargado de generar conflictos, desatar guerras y momentos violentos era Marte.
De acuerdo con la creencia, los dioses solían estar presentes en las bodas de los reyes, príncipes y en general de la clase alta romana, sin embargo, la presencia de Marte en alguna de ellas no era bien visto y se pensaba que ese matrimonio probablemente fracasaría.
Ahora, la combinación entre martes y el número 13 como fecha de mala suerte, se cree que tiene que ver con el momento de la fusión entre el cristianismo y el imperio romano, etapa en la cual las culturas y creencias se fusionaron.
Además, se asocia el martes 13 a la caída de Constantinopla a manos de los otomanos en 1453. De acuerdo con algunos historiadores, el asalto final habría ocurrido un martes 13, pero otros afirman que esto realmente pasó el 29 de mayo.
También se vincula el martes 13 con el momento en que se generó la confusión de las lenguas durante la construcción de la Torre de Babel que buscaba llegar al cielo, pero al cambiar los dialectos y no poder entenderse, los constructores se distribuyeron por todo el mundo.