Es normal que los deportistas o fisicoculturistas recurran a ciertas técnicas o productos para mejorar su rendimiento. Entre ellos, están los famosos suplementos proteicos. Sin embargo, un estudio reveló los riesgos que acarrea su consumo.
Sin lugar a dudas, uno de los elementos más importantes del organismo es la proteína. Estas moléculas grandes y complejas son importantes a la hora de desempeñar varias funciones del organismo. Por ejemplo, son responsables del trabajo de las células, la estructura y función de los tejidos y de regular los órganos.
Medline Plus explica que las proteínas están formadas por cientos o miles de unidades más pequeñas llamadas aminoácidos, que se unen entre sí en largas cadenas. Hay 20 tipos diferentes de aminoácidos que se pueden combinar para formar una proteína. La secuencia de aminoácidos determina la estructura tridimensional única de cada proteína y su función específica.
Los expertos consideran que una persona adulta debe consumir 0.8 gramos por kilo de peso corporal. Quienes tienen entre 40 y 50 años deben consumir un poco más, debido a que, con el paso del tiempo, la masa muscular generada por la proteína tiende a deteriorarse. De igual manera, este escenario le ocurre a las personas con alta actividad física.
Con respecto al consumo de proteína, la recomendación es obtenerla de los alimentos, entre los que se incluyen los de fuente animal y vegetal. Las mejores recomendaciones de los expertos son: carne magra de aves (pollo o pavo), carne de res o cerdo, pescado, lácteos bajos en grasa, clara de huevo, fríjoles, lentejas, semillas, frutos secos y soja.
Si bien la alimentación es la fuente ideal para obtener proteína, en el mercado se pueden encontrar suplementos en polvo. Por lo general, estos son consumidos en batidos que, aparentemente, proporcionan la cantidad necesaria para restaurar la pérdida de masa muscular o para mejorar el rendimiento físico.
No obstante, el informe ‘Los peligros ocultos de las proteínas en polvo’, realizado por expertos de la Universidad de Harvard, reveló los riesgos de consumir estos suplementos.
Puede que agregar proteína en polvo a un batido sea una gran forma de mejorar la salud. Después de todo, la proteína es esencial para desarrollar y mantener los músculos, la fortaleza de los huesos y numerosas funciones corporales.
Sin embargo, estos suplementos tienen contraindicaciones, especialmente aquellos saborizados a chocolate o vainilla. Los expertos aseguran que no todas las presentaciones son válidas, solamente las que están validadas por un especialista de salud bajo supervisión.
Las proteínas en polvo son formas en polvo de proteínas que provienen de plantas (soja, guisantes, arroz, papas o cáñamo), huevos o leche (caseína o proteína de suero). Los polvos pueden incluir otros ingredientes como azúcares añadidos, saborizantes artificiales, espesantes, vitaminas y minerales. Normalmente, las personas adicionan entre diez a 30 gramos, dependiendo de la necesidad.
Con respecto a los riesgos, los investigadores de Harvard encontraron que los riesgos que acarrea el consumo de estos suplementos son:
- Es un suplemento dietético: al ser un producto catalogado en ese grupo, impide que las personas sepan a ciencia cierta cuáles son los componentes de su estructura.
- No hay garantía a largo plazo: los expertos señalan que hay datos limitados sobre sus efectos secundarios, por lo que no hay certeza sobre lo que puedan ocasionar después estos suplementos.
- Malestar digestivo: las personas con alergias a los productos lácteos o problemas para digerir la lactosa pueden experimentar molestias gastrointestinales.
- Alto contenido en azúcares añadidos y calorías: quizás la contraindicación más peligrosa para los expertos. Varias presentaciones de este producto tienen gran aporte de azúcares añadidos (especialmente los saborizados) y calorías. Es por ello que un simple vaso de leche con una cucharada de suplemento termina teniendo 1.200 calorías.