Los organismos necesitan proteínas de los alimentos que se ingieren para fortalecer y mantener los huesos, los músculos y la piel, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Asimismo, esta entidad explicó que los alimentos proteínicos se descomponen en partes llamadas aminoácidos durante la digestión y se clasifican en tres grupos:
- Los aminoácidos esenciales no los puede producir el cuerpo y deben ser proporcionados por los alimentos. No es necesario ingerirlos en cada comida. El equilibrio durante todo el día es más importante.
- Los aminoácidos no esenciales son producidos por el cuerpo a partir de los aminoácidos esenciales o en la descomposición normal de las proteínas.
- Los aminoácidos condicionales son necesarios en momentos de enfermedad y estrés.
Adicional, la Fundación Española del Corazón explicó en su sección de alimentación que las funciones de las proteínas son:
- Plástica: constituyen el 80 % del peso seco de las células, participan en la síntesis de nuevos tejidos durante el crecimiento y desarrollo, ante heridas o quemaduras.
- Reguladora: forman parte de enzimas y hormonas que intervienen en las reacciones químicas de nuestro cuerpo.
- Energética: las proteínas aportan 4 kcal por gramo.
- Inmune: los anticuerpos que forman parte del sistema inmune son proteínas.
- Regulación genética: las proteínas forman parte del material genético, como el ADN.
- Transporte: mantienen el equilibrio de los líquidos corporales y forman parte de la hemoglobina y otras moléculas con funciones de conducción sanguínea.
Ahora bien, respecto a las cantidades, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que la mayoría de las investigaciones sugieren que las personas muy activas deben ingerir de 1.2 a 2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal. Eso significa que una persona de 150 libras debe comer de 82 a 136 gramos por día. Las personas que no son activas deben ingerir menos proteína y se debe intentar alcanzar los 0,8 gramos por kilogramo de peso corporal por día, pero es importante no consumir más, pues según la entidad sin ánimo de lucro, una dieta alta en proteínas puede empeorar el funcionamiento de los riñones en personas con enfermedad renal. Esto puede suceder porque es posible que el cuerpo no pueda eliminar todos los desechos de las proteínas descompuestas.
No obstante, si una persona tiene diabetes, enfermedades renales o enfermedades del hígado, la ingesta es diferente y la cantidad debe ser suministrada por un experto de la salud.
Dicho lo anterior, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde indicó que los alimentos más ricos en proteínas son los de origen animal, como carne, pescado, huevo, leche, queso y yogur.
Sin embargo, los frijoles, las lentejas, los guisantes partidos o garbanzos y la soya también poseen buenas cantidades de proteína y pueden ser utilizados.
Asimismo, otras fuentes buenas de proteína incluyen: nueces y semillas, entre ellas, almendras, avellanas, nueces mixtas, cacahuetes, mantequilla de maní, semillas de girasol o nueces, pero estas son ricas en grasa así que se debe moderar el tamaño de la porción.
De otro lado, la ingesta de proteína debe incluir también al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.