El cuerpo está conformado aproximadamente de un 60 % de agua, por lo que mantenerlo hidratado es de vital importancia para evitar graves problemas de salud.

Los especialistas han advertido que no tomar suficientemente líquido puede llevar a la pérdida de energía, la piel se pone seca y se pueden presentar incluso efectos que pueden derivar en que el organismo deje de funcionar por completo.

De acuerdo con la Asociación Americana de Cáncer (American Cancer Society), “la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve. Si bien el agua es lo mejor, algunas bebidas como leche y jugo son principalmente agua, de modo que también cuentan”.

En ese mismo sentido, se pronunció la Universidad St. Andrews de Escocia, que adelantó un estudio en el que se pudo determinar que el agua no es la bebida que más hidrata.

Si bien este líquido, tanto natural como con gas, cumple una buena función de hidratación rápida, las bebidas con un poco de azúcar, grasa o proteína hacen un trabajo aún mejor porque lo mantienen hidratado por más tiempo.

Los autores del análisis tuvieron en cuenta dos factores para llegar a esa conclusión: en primer término, el volumen consumido de una bebida determinada y la composición de sus nutrientes.

Si bien el agua, tanto natural como con gas, cumple una buena función de hidratación rápida, las bebidas con un poco de azúcar, grasa o proteína hacen un trabajo aún mejor porque lo mantienen hidratado por más tiempo. | Foto: Getty Images

Cuando se habla de volumen, se refiere a que cuando una persona bebe más rápido, el líquido se vacía más rápido del estómago y se absorbe en el torrente sanguíneo, donde puede diluir los fluidos del cuerpo e hidratar.

La investigación permitió concluir que, por ejemplo, la leche es más hidratante que el agua normal porque contiene lactosa de azúcar, algunas proteínas y algunas grasas, lo que ayuda a retrasar el vaciado de líquido del estómago y a mantener la hidratación durante un período de tiempo más largo.

Adicionalmente, por su contenido de sodio, actúa como una esponja reteniendo el agua del cuerpo y produciendo menos orina.

La leche es más hidratante que el agua normal porque contiene lactosa de azúcar, algunas proteínas y algunas grasas, | Foto: Libre de derechos

Otro de los líquidos que puede ayudar en el proceso de hidratación son las soluciones orales que se usan para tratar la diarrea, ya que contienen pequeñas cantidades de azúcar, así como sodio y potasio, que contribuyen a promover la retención de agua en el cuerpo.

Adicionalmente, los expertos de esa universidad analizaron 13 bebidas comunes que ayudan a la hidratación en un período de cuatro horas a menos.

Se encuentran la leche desnatada, las soluciones de rehidratación oral, la leche entera, el jugo (zumo) de naranja, cola, cola dietética, té frío, té, bebidas deportivas, agua natural, agua con gas, cerveza y café.

Los alimentos también contienen líquido, por lo que dieta típica proporciona aproximadamente 20 % (o 1/5) de los líquidos, entre los cuales se encuentran frutas y verduras, como la sandía y el calabacín (zucchini). | Foto: Getty Images

Otras recomendaciones

Otros especialistas también han hecho recomendaciones que deben tenerse en cuenta frente a mantener hidratado el cuerpo.

Explicaron que los alimentos también contienen líquido, por lo que dieta típica proporciona aproximadamente 20 % (o 1/5) de los líquidos, entre los cuales se encuentran frutas y verduras, como la sandía y el calabacín (zucchini).

Es importante el consumo de líquidos para reemplazar los que se pierden a través de la transpiración, para lo cual se pueden tomar una o 2 vasos extra de agua después de hacer ejercicio, en clima caluroso o húmedo o si tiene fiebre.

Así mismo, se requiere tomar líquidos en espacios con condiciones secas por la calefacción encendida o a gran altura. También, las mujeres embarazadas que necesitan un vaso adicional de líquido al día y las mujeres que están amamantando necesitan aproximadamente 4 adicionales.

Otro de los consejos prácticos para mantenerse hidratado es tomar un vaso de agua con cada comida, entre cada comida, y antes, durante y después de hacer ejercicio.

Si bien, tomar demasiada agua puede derivar en una sobrecarga de los riñones, se trata de casos excepcionales, por lo que la recomendación es tomar los necesarios y mantener una dieta normal.