La memoria es el proceso de almacenamiento para luego recordar la información, y hay diferentes tipos de memoria. La memoria de corto plazo que almacena información por unos pocos segundos o minutos y la memoria de largo plazo que es la almacena por un período más largo de tiempo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
No obstante, es común que con el envejecimiento se generen ciertos problemas de memoria, así como una ligera disminución de otras habilidades de razonamiento, pero hay una diferencia entre los cambios normales en la memoria y la pérdida de memoria asociada con la enfermedad de alzhéimer y los trastornos relacionados, de acuerdo con Mayo Clinic, la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Por tal razón, la empresa Manitoba reveló que para cuidar la memoria se puede consumir un jugo de arándanos, ya que estos “ayudan a reducir el riesgo de contraer demencia” y para preparar el jugo se deben licuar dos puñados de arándanos; un aguacate; un ajo; un puñado de semillas de calabazas; un puñado de semillas de linaza y un vaso de agua. Finalmente, cuando los ingredientes estén integrados, se consume y lo recomendado por la empresa es consumirlo dos veces a la semana.
Por otro lado, de acuerdo con Salud180 una dieta rica en arándanos azules porque “revierte la pérdida de equilibrio y coordinación, además mejora la memoria a corto plazo”, se lee en su publicación.
Sobre la misma línea, otras recomendaciones de Mayo Clinic para mejorar la memoria a corto y largo plazo son:
1. Realiza actividad física, ya que es importante realizar ejercicio al menos 30 minutos diarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero, incluso al cerebro y ayuda a mantener la memoria activa.
Además, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20 % y un 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
2. Mantenerse activo mentalmente, porque así como hay que ejercitar el cuerpo, hay que ejercitar la mente con actividades que estimulen el cerebro y lo mantengan en forma. Para hacerlo, la entidad recomienda hacer crucigramas, jugar bridge, tomar caminos diferentes cuando conduzca, tocar algún instrumento, entre otros.
3. Socializar regularmente, pues esto previene la depresión y el estrés, que pueden contribuir a la pérdida de la memoria.
4. Organizar, ya que el escribir las citas, tareas o eventos ayudará a recordar más fácilmente. Además, Mayo Clinic, recomienda evitar las distracciones y no hacer demasiadas cosas a la vez. “Si se concentra en la información que está tratando de retener, es más probable que la recuerde más tarde. También puede ser útil relacionar lo que está tratando de retener con una de sus canciones favoritas u otro concepto familiar”, señaló.
5. Dormir bien, porque esto ayuda a consolidar los recuerdos de modo que se puedan recordar más adelante. La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por día.
6. Seguir una alimentación balanceada, ya que esto es bueno para el cerebro y para el corazón. La entidad recomienda comer frutas, verduras y granos integrales, elegir fuentes de proteína bajas en grasa, como pescado, frijoles y carne de pollo sin piel. Asimismo, señaló que el alcohol puede causar confusión y pérdida de memoria, al igual que el consumo de drogas.
Otros alimentos recomendados son: mango, uvas, plátano, peras, huevos, legumbres como las lentejas, frutos secos como los anacardos, acelgas, espinacas, lácteos, entre otros.
De igual manera, los nutricionistas recomiendan mezclar alimentos de distintos colores, porque así la persona asegura que toma diferentes tipos de nutrientes. Cuantos más colores haya, más nutrientes va a tener un plato y si son frescos, mejor.