Olvidar cosas es un tropiezo mental frecuente entre las personas que no necesariamente debe despertar preocupación o alarma. No obstante, hay situaciones específicas en los que la pérdida de memoria sí puede ser síntoma de una complicación médica de orden neurológico o psicológico.
El Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos advierte que hay muchas personas a las que les preocupa estar perdiendo la memoria, debido a que piensan que puede tratarse de los primeros signos de enfermedades degenerativas como el Alzhéimer.
Esa institución subraya que la capacidad de recordar hechos, nombres y distintos tipos de información se va perdiendo con el paso de la edad. Si bien hay adultos mayores que dejan de recordar cosas con la misma precisión que antes, en la mayoría de los casos se trata de un proceso natural que no reviste riesgos para la salud.
“Algunos adultos mayores también encuentran que no se desempeñan tan bien como las personas más jóvenes cuando completan pruebas de memoria compleja o de aprendizaje. Pero los científicos han encontrado que si se les da suficiente tiempo, las personas mayores saludables pueden desempeñarse igual de bien que las personas jóvenes en estas pruebas”, asegura el Instituto Nacional de Envejecimiento.
Incluso se sabe que, con los años, las personas pueden mejorar en habilidades mentales puntuales como la amplitud del vocabulario.
No obstante, la diferencia entre un simple descuido y un auténtico problema de memoria puede identificarse cuando se trata de una situación persistente.
La enciclopedia virtual de salud MedlinePlus, alimentada por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, advierte que las personas afectadas por esta condición en ocasiones no son capaces de recordar hechos que sucedieron hace poco o pierden recuerdos del pasado más lejano.
“La pérdida de memoria puede presentarse por un corto tiempo y luego resolverse (transitorio). O puede no desaparecer y, dependiendo de la causa, puede empeorar con el tiempo. En casos graves, tal deterioro de la memoria puede interferir con las actividades de la vida diaria”, explica MedlinePlus.
Si hay persistencia en los síntomas, la mejor forma de salir de dudas es consultar las dificultades que está teniendo un paciente con un profesional médico. En la consulta, indica MedlinePlus, se abordarán preguntas sobre el historial familiar, el consumo de sustancias y medicamentos y la gravedad de los episodios. No es lo mismo que una persona olvide dónde dejó sus llaves a que se le borren nombres de familiares o amigos cercanos.
Así mismo, se le pueden practicar exámenes de sangre (para identificar cómo están los niveles de vitamina B12 y la tiroides), pruebas cognitivas y psicológicas.
Enfermedades que pueden causar pérdida de la memoria
Hay una gran variedad de trastornos y condiciones de salud que pueden provocar dificultades para almacenar recuerdos.
Algunos padecimientos no revisten mayor impacto para la calidad de vida de las personas, como el deterioro cognitivo leve.
“Las personas afectadas con este trastorno tienen más problemas de memoria que los que normalmente tienen las personas de su edad, pero sus síntomas no son tan severos como los de las personas afectadas con la enfermedad de Alzheimer, y tienen la capacidad de llevar a cabo sus actividades diarias normales”, sostiene el Instituto Nacional de Envejecimiento.
Pero a su vez, la pérdida de memoria puede estar asociada a una complicación de salud más grave como la demencia, que generalmente se caracteriza por un deterioro progresivo de las facultades mentales que interfiere profundamente en la calidad de vida de los pacientes.
Generalmente, cuando la pérdida de memoria es más intensa está relacionada con el alzhéimer y otras enfermedades y condiciones graves como los tumores cerebrales, la hidrocefalia o una infección cerebral.
También puede generarse por algunos medicamentos que se suministran en medio de tratamientos específicos, como la radioterapia que se practica en el cerebro, los trasplantes de médula ósea y las quimioterapias, claves para los pacientes con cáncer.
Otras causas posibles pueden estar relacionadas con afectaciones psicológicas producto de sufrir un evento traumático grave o presentar un trastorno bipolar, de ansiedad o depresión.
La evidencia científica también muestra que hay conductas que pueden elevar el riesgo de presentar afectaciones en la memoria, con el consumo de alcohol, el uso de cigarrillo y el abuso de algunos medicamentos.