De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NIH), la menopausia es la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener menstruaciones. Esto suele ocurrir naturalmente y con mayor frecuencia después de los 45 años.

La menopausia se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona, y se considera que una mujer entra en esta etapa cuando deja de tener su periodo por un año.

Aunque este es un proceso biológico natural, hay algunos síntomas físicos y psicológicos que pueden alterar el sueño, disminuir la energía e incluso afectar la salud mental de una mujer.

Según la NIH, los síntomas más comunes de la menopausia incluyen:

  • Cambio en las menstruaciones.
  • Calores y/o sudoración nocturna.
  • Dificultad para dormir.
  • Sequedad vaginal.
  • Cambios de humor.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Menos cabello y más vello facial.

Aparte del deterioro natural de las hormonas reproductivas que se produce por la edad y disminuye la fertilidad de una mujer, causando las primeras interrupciones en sus ciclos menstruales, hay algunas causas adicionales de la menopausia, advierte la Clínica Mayo.

La menopausia puede causar una rápida pérdida de calcio, lo que hace a las mujeres mayores más propensas a padecer osteoporosis. | Foto: Getty Images

Cirugía para extirpar los ovarios (ooforectomía): los ovarios producen hormonas, como el estrógeno y la progesterona, que regulan el ciclo menstrual. La cirugía para extirpar los ovarios provoca la menopausia inmediata. Los períodos menstruales se detienen y es probable que se presenten sofocos, así como otros signos y síntomas de la menopausia.

Quimioterapia y radioterapia: estas terapias contra el cáncer pueden inducir la menopausia, lo que provoca síntomas como sofocos durante el curso del tratamiento o poco después de este. La interrupción de la menstruación (y de la fertilidad) no siempre es permanente después de la quimioterapia, por lo que se recomienda seguir utilizando métodos anticonceptivos.

Insuficiencia ovárica primaria: cerca del 1 % de las mujeres experimenta la menopausia antes de los 40 años (menopausia prematura). La menopausia prematura puede ser el resultado de una insuficiencia ovárica prematura (cuando los ovarios no producen niveles normales de hormonas reproductivas) debido a factores genéticos o a una enfermedad autoinmunitaria.

No obstante, en general, no se puede encontrar una causa de la menopausia prematura. A estas mujeres se les suele recomendar la terapia hormonal, al menos, hasta la edad normal de la menopausia con el fin de proteger el cerebro, el corazón y los huesos.

¿Cuándo consultar al médico?

En la misma línea, la Clínica recomienda que las mujeres visiten periódicamente al médico para tener un cuidado preventivo de la salud y estar atentas a cualquier duda que surja frente a este tema. Las citas deberían mantenerse antes, durante y después de la menopausia.

Asimismo, la asistencia por prevención debe estar acompañada de algunos exámenes de detección a medida que se envejece, estos incluyen colonoscopías, mamografías y determinaciones del valor de los triglicéridos.

Según la entidad especializada, el profesional de la salud puede también recomendar algunos exámenes y pruebas como el de la glándula tiroides si es que los antecedentes de cada paciente lo ameritan, así como exámenes pélvicos y de las mamas.

Si una mujer tiene sangrado vaginal después de la menopausia debería consultar inmediatamente a su médico para descartar cualquier complicación.

Complicaciones que se pueden presentar

La Clínica Mayo advierte que, después de la menopausia, el riesgo de padecer ciertas enfermedades aumenta. Estas afecciones pueden incluir:

  • Enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares): cuando los niveles de estrógeno disminuyen, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las enfermedades cardíacas son la causa principal de muerte tanto en mujeres como en hombres.
  • Osteoporosis: este trastorno hace que los huesos se tornen débiles y quebradizos, lo que genera mayor riesgo de fracturas. Durante los primeros años después de la menopausia, es posible que se pierda densidad ósea a un ritmo rápido, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis.
  • Incontinencia urinaria: a medida que los tejidos de la vagina y de la uretra pierden elasticidad, es posible que se experimente una fuerte necesidad frecuente y repentina de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina (incontinencia urinaria por urgencia) o pérdida de orina al toser, reír o levantarse (incontinencia por esfuerzo).
  • Aumento de peso: muchas mujeres aumentan de peso durante la transición menopáusica y después de la menopausia debido a que el metabolismo se torna más lento.