El dolor abdominal es uno de los más comunes en el día a día. Hay quienes utilizan otros términos como “dolor estomacal” o “dolor de estómago”, lo cierto es que puede ser un malestar leve o fuerte y presentarse continuo o intermitentemente.
Según expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, las causas del dolor abdominal son diversas. Dentro de las más comunes se encuentran dolores por gases, indigestión o distensión musculares. En pocos casos puede necesitar de atención médica inmediata.
En caso de presentar un dolor abdominal muy fuerte, que impida el movimiento o estar en una posición cómoda, se debe pedir ayuda a un profesional médico. Asimismo, si se presentan los siguientes signos:
- Dolor intenso.
- Fiebre.
- Heces con sangre.
- Náuseas y vómitos persistentes.
- Pérdida de peso.
- Piel con apariencia amarillenta.
- Excesiva sensibilidad en el abdomen ante el tacto.
- Hinchazón del abdomen.
Remedio casero
Mejor con Salud, portal especializado en salud y cuidado personal, destaca los beneficios de la piña para los problemas estomacales, incluyendo la indigestión. Este jugo ayuda a “desinflamar el estómago tiene un alto contenido de agua y fibra. Por ende, tiene un efecto diurético, que además de ayudar a eliminar líquidos retenidos, también podría ayudar a aliviar algunas molestias estomacales leves y los gases acumulados. Esto es por el contenido de fibra de la piña y la toronja, dos frutas tropicales que combinan muy bien entre sí”, explica el sitio web.
Ingredientes
- 1 limón.
- Miel de abejas (opcional).
- 1 taza de té verde (250 ml).
- ¾ de taza de piña picada (116 g).
- 1 toronja fresca.
Preparación
- Exprimir la toronja.
- Llevar todos los ingredientes a la licuadora, excepto el limón, y procesar por varios segundos para un resultado homogéneo.
- Servir y consumir moderadamente.
Dolor abdominal agudo
Las afecciones que provocan dolor abdominal agudo suelen presentarse con otros signos. Algunas de ellas incluyen:
- Aneurisma aórtico abdominal.
- Apendicitis.
- Colangitis (inflamación de las vías biliares).
- Colecistitis.
- Cistitis (inflamación de la vejiga).
- Cetoacidosis diabética.
- Diverticulitis.
- Duodenitis (inflamación en la primera parte del intestino delgado).
- Embarazo ectópico (en el que el óvulo fecundado se implanta y crece fuera del útero, como en una trompa de Falopio).
- Retención fecal (heces duras que no se pueden evacuar).
- Ataque cardíaco.
- Una lesión.
- Oclusión intestinal.
- Invaginación (en niños)
- Infección renal (pielonefritis).
- Cálculos renales.
- Isquemia mesentérica (disminución del flujo de sangre a los intestinos).
- Linfadenitis mesentérica (inflamación de los ganglios linfáticos en los pliegues de la membrana que mantiene los órganos abdominales en su lugar).
- Trombosis mesentérica (coágulo sanguíneo en una vena que transporta sangre desde los intestinos).
- Pancreatitis (inflamación del páncreas).
- Pericarditis (inflamación del tejido alrededor del corazón).
- Peritonitis (infección del revestimiento abdominal).
- Pleuresía (inflamación de la membrana que rodea los pulmones).
- Neumonía.
- Infarto pulmonar (pérdida de flujo sanguíneo a los pulmones).
- Rotura de bazo.
- Salpingitis (inflamación de las trompas de Falopio).
- Mesenteritis esclerosante.
- Zóster (infección de herpes zóster).
- Infección del bazo.
- Absceso esplénico (una bolsa llena de pus en el bazo).
- Colon perforado.
- Infección de las vías urinarias.
- Gastroenteritis vírica (gripe estomacal) (gripe estomacal).
Dolor abdominal crónico
Los síntomas pueden presentarse leves y graves e intermitentemente. Algunas de las enfermedades que pueden provocar este tipo de dolor son:
- Angina de pecho (reducción del flujo sanguíneo al corazón)
- Celiaquía
- Endometriosis
- Cálculos biliares
- Gastritis (inflamación del revestimiento del estómago)
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico
- Hernia de hiato
- Hernia inguinal
- Síndrome de intestino irritable
- Dolor intermenstrual (dolor al ovular)
- Dispepsia funcional
- Quistes de ovario
- Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
- Úlcera péptica
- Anemia de células falciformes
- Tensión o distensión de los músculos abdominales
- Colitis ulcerosa (un tipo de enfermedad intestinal inflamatoria)