La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que el corazón bombea, como por el grado de resistencia al flujo de la misma en las arterias, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Así las cosas, cuanta más sangre el corazón bombee y cuanto más estrechas estén las arterias, mayor será la presión arterial.
Además, según la entidad sin ánimo de lucro, la presión arterial alta no controlada puede ocasionar complicaciones como: ataque cardíaco o accidente cerebrovascular; aneurisma; insuficiencia cardíaca; vasos sanguíneos debilitados y estrechos en los riñones; vasos sanguíneos engrosados, estrechos o rotos en los ojos; síndrome metabólico; problemas de memoria o comprensión; demencia.
No obstante, la única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional de la salud para que mida la tensión arterial y si tras exámenes médicos se detecta presión arterial alta, el portal La Vida Lúcida reveló seis métodos para reducir los niveles y, para el primero se debe presionar con la yema de los dedos “debajo de la mandíbula a la izquierda donde se sienta la pulsación de la arteria carótida por diez segundos”.
Para el segundo método se necesita ayuda de un tercero y este debe 2presionar tres veces en el área del bulbo raquídeo por 15 segundos.
La siguiente recomendación es apretar y estirar el dedo del medio por 15 segundos y esto hay que hacerlo en los dos dedos del centro.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Pro su parte, la presión arterial puede controlarse con otros hábitos saludables como, por ejemplo:
1. hacer ejercicio regularmente: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
2. Llevar una dieta saludable: esta debe tener proteínas, grasas, carbohidratos, frutas y verduras.
3. Reducir el consumo de sodio: el efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas y otro. En general, limita el sodio a 2.300 mg por día o menos. Pero un consumo más bajo de sodio (1.500 mg/día o menos) es ideal para la mayoría de los adultos.
4. No fumar: a los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo. A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar y dentro de un año de haberlo dejado, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad.
5. Reducir el consumo de alcohol: para los adultos sanos, beber alcohol con moderación significa hasta una copa por día. Para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, hasta dos diarias.
¿Cómo se mide la presión arterial?
Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados, explica que la presión arterial se mide de la siguiente forma:
- Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.