Un estudio de la Universidad de Bergen, Noruega, encontró que aquellas personas que viven ansiosas y con miedo a padecer alguna enfermedad tienen más del doble de posibilidades de desarrollarla. Los investigadores tomaron un grupo de más de 7.000 personas de 50 años, a quienes siguieron durante una década midiendo con una escala sus estilos de vida y la preocupación por sufrir una enfermedad. Los resultados demostraron que las personas que más se inquietan por enfermarse y, además, tienen malos hábitos de vida como sedentarismo y tabaquismo presentan hasta un 73 por ciento más de riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria. La investigación fue publicada en BMJ Open.