La salud capilar es un reflejo de los hábitos que adopta cada persona, pero también está sujeta a otros factores como las condiciones ambientales, productos que se utilizan, la alimentación y el estrés. De hecho, este último es asociado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) con la aparición temprana de canas tras la pérdida de melanocitos (los que generan el pigmento).
Expertos en el cuidado del cabello aconsejan no abusar del uso de secadores y planchas; además, tener certeza del estilista al que se le confía el cabello pues, en el caso de los tintes, tanto el producto como la técnica lo pueden dañar.
Sin embargo, buena parte de su apariencia depende del cuidado individual y constancia para que no solo luzca, sino que esté, sano.
El lavado es una de las recomendaciones de Mejor con Salud para que las fibras capilares no pierdan el brillo y su frecuencia dependerá de cada persona (sujeto a cuán rápido se engrasa). Evitar el agua caliente o una alta exposición al sol alejan la probabilidad de resequedad.
Efecto de la miel y el aceite de coco
La caída de cabello es otra consecuencia de debilidad y maltrato al que el pelo ha estado expuesto. Usar productos químicos es una alternativa, como el tipo de champú a emplear, pero ingredientes naturales (aplicados directamente) podrían derivar también en los resultados esperados.
El aceite de coco y la miel son dos ‘aliados’ que ayudan a ese fin; el primero es rico en vitamina E y, por ende, le regala al pelo hidratación. Además, cuenta con ventajas para tratar la caspa y el frizz. El portal mencionado subraya su capacidad protectora ante el uso del calor (plancha o secadora).
Para potenciar el crecimiento, unComo recalca una mascarilla con aceite de coco y aguacate. Se necesita poner a calentar el aceite en una taza y machacar la pulpa de la fruta madura antes de mezclar ambos ingredientes en la licuadora para lograr una masa homogénea.
Esta se aplica con el pelo húmedo con mayor detenimiento en la raíz, mediante masajes circulares, por aproximadamente dos minutos. El tiempo total para que actúe es de 20 minutos, luego de lo cual se debe retirar con agua tibia y lavarlo como de costumbre (se sugiere una o dos veces a la semana).
El ‘poder’ de la miel en el pelo
La miel es un ingrediente que frecuentemente se usa en los tratamientos faciales por su aporte de luminosidad y humectación. Resultados similares genera cuando se aplica en el cabello, gracias a sus propiedades antioxidantes, de fortalecimiento en los folículos pilosos (donde crece el cabello), así como facultad para el brillo.
Entre las recomendaciones de unComo está agregar directamente la miel al champú y dejar que haga efecto por media hora (para lo cual es mejor que la cabeza esté cubierta por un gorro). Las mascarillas vuelven a tomar, por su lado, un papel predominante, siendo la miel y el aceite de oliva otra opción.
Para esta se necesitan dos cucharadas del primer ingrediente y una del segundo. Ambos se ponen a calentar por 30 segundos en el microondas, después se mezclan de forma uniforme y se dejan reposar por un minuto. Aquí es aconsejable utilizar un gorro y dejar que actúe por 30 minutos. Se retira como en el procedimiento anterior.
El portal La Verdad Noticias incluye entre las mascarillas capilares aquellas basadas en cebolla (una) y sábila (una hoja). A estos dos elementos se añaden dos cucharadas de miel y la misma cantidad en aceite de coco.
La cebolla se debe cortar en pequeños fragmentos y pasar por la licuadora para obtener el zumo, previo a mezclarse con la miel. En la siguiente fase se adicionan los ingredientes restantes y el preparado estará listo para aplicar tanto en raíz como en puntas. El tiempo de acción también es media hora.