Venus es el segundo planeta más cercano al sol y el más próximo a La Tierra, también es llamado por miles de personas el astro más brillante de la vía láctea. Además, es denominado, según la astrología, como el planeta del amor y la expresión.
Su brillo se debe a que su atmósfera está conformada por nubes muy densas de dióxido de carbono que reflejan en gran manera la luz del Sol, alrededor del 70 % de esta incidente en su atmósfera es reflejada, afirma Astroscu.
Dicho cuerpo celeste según la astrología, es el planeta que rige a los signos del zodiaco (Tauro y Libra), lo que significa que ambos “desean amor y justicia”. Su nombre también lo recibe la diosa del amor que representa valores personales y lo que se ama apasionadamente en la vida, en la mitología romana.
A lo largo de los años los estudiosos de los planetas y los astros se cuestionaron por qué este planeta giraba en sentido contrario, con respecto a los demás planetas de la Vía Láctea.
En ese sentido, Stephen R Kane, científico del laboratorio de Ciencias Planetarias de la Universidad de California Riverside, realizó una investigación publicada en Nature Astronomy, y manifestó que ese planeta: “Es un lugar increíblemente extraterrestre, una experiencia completamente diferente a la de estar en la Tierra. Estar sobre la superficie de Venus sería como estar en el fondo de un océano muy, muy caliente”.
El estudio afirma que su atmósfera pesada, formada por dióxido de carbono y nitrógeno, sumado a los vientos altos provoca efectos como una densidad tan alta que la presión atmosférica en superficie es 90 veces superior a la terrestre y similar a la que se experimentaría a un kilómetro por debajo del océano.
“Esta, nos enseña que es parte mucho más integrante del planeta y que afecta absolutamente a todo, incluyendo la forma en la que el planeta rota. De no tener esta atmósfera, Venus sería similar a Mercurio, un planeta rocoso”, añadió Kane.
Si fuera así, Venus tendría lo que se conoce como acoplamiento de marea o rotación sincrónica, donde la rotación del planeta se sincroniza con su traslación de manera que siempre quede la misma cara orientada al Sol y la otra eternamente en penumbra, registra Digital Trends.
Es por esto que, Venus gira en dirección contraria a la de la Tierra y la mayoría de los otros planetas. Y su rotación es muy lenta. Pues tarda alrededor de 243 días terrestres en girar solo una vez. Debido a que está tan cerca del Sol, un año pasa muy rápido. Ese planeta tarda 225 días terrestres en dar toda la vuelta alrededor del Sol. Es decir, en Venus, un día es un poco más largo que un año, según la NASA.
Y la organización explica que, dado que las longitudes del día y del año son similares, un día en Venus no es como un día en la Tierra. Pues el Sol sale y se pone una vez por día. Mientras que en el planeta brillante, el Sol sale cada 117 días terrestres. Así que el Sol sale dos veces por año, aunque todavía sea el mismo día. Y allí el Sol sale por el oeste y se pone en el este.