Por lo general, los altos niveles de azúcar en sangre lo causa el exceso de comida rica en carbohidratos, una vida sedentaria, los efectos secundarios de algunos medicamentos, situaciones de estrés, deshidratación, consumir frutas deshidratadas en exceso y problemas de obesidad.
Cabe mencionar que la glucosa se libera en el torrente sanguíneo y posteriormente a las células del cuerpo y el cerebro. La encargada de realizar ese transporte es la insulina, que es una hormona liberada por el páncreas como una respuesta a la presencia de glucosa en la sangre.
En el caso de las personas que sufren diabetes, su cuerpo no realiza de manera correcta este transporte, lo que ocasiona en el organismo niveles altos de azúcar en la sangre. Por esta razón, el azúcar puede ser medida en la sangre y, para aquellos que padecen enfermedades derivadas del azúcar, es relevante tomarla frecuentemente. De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse y antes del desayuno.
Así mismo, los especialistas aconsejan consumir una dieta saludable en la que se debe evitar el consumir de alimentos carbohidratos, porque son los que aumentan el nivel de glucosa. Del mismo modo, el portal web Cuerpo y Mente, ha indicado que la moringa es una hierba utilizada en la medicina tradicional para regular los niveles de azúcar en sangre.
Las hojas de moringa son ricas en vitamina C y otros antioxidantes. Además, se caracterizan por su agradable sabor picante y muchas personas suelen utilizarlas en guisos y ensaladas. También se pueden encontrar en cápsulas o polvo, para tomarlas como suplemento o añadirlas a batidos verdes, salsas y otras recetas.
Varios estudios con personas han comprobado que la moringa disminuye la velocidad con que el azúcar llega a la sangre y se cree que esto se debe a su contenido en isotiocianatos. Un estudio realizado con 30 mujeres, se comprobó que la toma de una cucharada y media de hojas de moringa al día durante tres meses, redujo los niveles de glucosa en sangre en un 13,5 %.
Adicional a ello, el otro pequeño grupo participaron seis personas y se estableció que tomaron 50 gramos de hojas frescas de moringa con la comida y se redujo un 21 % los altos niveles de azúcar en sangre.
Otros beneficios de la moringa
- Lucha contra la inflamación: Las hojas de moringa contienen isotiocianatos, los cuales poseen propiedades antiinflamatorias y podrían actuar preventivamente frente a enfermedades cardiovasculares y cáncer.
- Ayuda a bajar los niveles de colesterol: Cuatro estudios científicos han indicado que la moringa sirve para controlar los niveles de colesterol, pero también se aconseja consumir alimentos como almendras, avena y lino.
- Protege frente a los agentes tóxicos: Algunos estudios han relacionado la exposición continuada a tóxicos como el arsénico a un mayor riesgo de sufrir cáncer o enfermedades cardiovasculares. Además, investigaciones con animales señalaron que el extracto de la moringa puede prevenir efectos de la intoxicación crónica con bajas dosis de arsénico.
- Posee compuestos antioxidantes: Una cucharada de polvo de hojas de moringa basta para elevar los niveles de antioxidantes en sangre, gracias al alto contenido en quercitina. Además, estos antioxidantes ayudan a combatir la oxidación generada por los radicales libres que dañan las células del organismo.