La OMS ha sido enfática en decir que hay poco conocimiento sobre cómo actúa el coronavirus en perros y gatos. Sin embargo, reconoce que animales de compañía o que tienen contacto cercano con humanos contagiados del virus han salido infectados, mas no se puede decir que ellos propaguen la enfermedad.
Buddy, un pastor alemán de siete años de edad, está en este grupo de animales que por cumplir su misión de ‘amigo fiel‘, fue diagnosticado con la covid-19 por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos el pasado 2 de junio. Después de presentar dificultad respiratoria y que su dueño hubiera dado positivo para la enfermedad, la mascota fue examinada a mediados de abril y —siete semanas después— se determinó que también la padecía.
National Geographic, portal que ha seguido la historia del perro, informó en exclusiva que Buddy falleció por una serie de complicaciones que confluyeron para que perdiera la batalla contra el virus. "Era un amigo peludo de 130 libras. Una buena calabaza pequeña. Solo desearía haberlo tenido por más tiempo", dijo Allison Mahoney a la revista estadounidense.
Según la familia, los médicos de Buddy no les hablaron de que su perro tenía un linfoma que pudo acelerar su muerte. No obstante, los análisis de sangre ‘post mortem‘, revisados por NatGeo y dos veterinarios, indican que así era. "No está claro si el cáncer lo hizo más susceptible a contraer el coronavirus, si el virus lo enfermó o si fue solo una coincidencia", señala el medio. El pastor alemán vivía en Staten Island, Nueva York, donde uno de sus dueños todavía lucha por recuperarse del coronavirus. Según la información divulgada por autoridades sanitarias en EE. UU., los Mahoney no son los únicos que padecen la enfermedad por partida doble. Al menos otras 25 mascotas y sus dueños están contagiados en el país. "Le dices a la gente que tu perro era positivo y te miran (como si tuvieras) diez cabezas", dijo Robert Mahoney, esposo de Allison. Buddy habría fallecido el 11 de julio, pero su caso se conoció el 29 de julio.