Un estudio sobre la mortalidad fetal realizado en el 2020 por la Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que unos dos millones de bebés nacen muertos cada año en el mundo. El 84% de los decesos fetales ocurren en los países de ingresos bajos y medios, detalló el estudio.
Las causas de muerte fetal más frecuentes están relacionadas con las anomalías genéticas, las malformaciones graves y las complicaciones derivadas de un mal funcionamiento de la placenta. Por su parte, durante la etapa neonatal (recién nacido), las causas de fallecimiento se vinculan con la prematuridad (bebé que nace antes de las 37 semanas de embarazo) y las infecciones.
En este contexto se desprende un fenómeno conocido como el duelo perinatal. “La muerte del feto durante el embarazo, en el parto o pocos días después del nacimiento constituye un tema delicado, condicionado por numerosos factores. Esta pérdida puede desencadenar reacciones de duelo en los progenitores (...). Son duelos que reciben escasa consideración y que pueden complicarse dando lugar a trastornos psiquiátricos. Es necesario conocer el significado de la pérdida perinatal desde la perspectiva de los progenitores para no caer en posturas paternalistas o en protocolos dogmáticos que consideran iguales a todos los progenitores ante pérdidas a las que ellos atribuyen significados diferentes”, señaló la especialista en salud mental Ana Pía López García, en un texto escrito para la revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.
El duelo perinatal, como lo dijo el acompañante de duelos Jorge Gómez Calle en Semana Play, es el más silencioso y escondido en la sociedad. Por lo mismo, para afrontarlo, los expertos recomiendan una serie de pasos que pueden ser útiles ante la pérdida.
“Les explicamos (a los padres) que es saludable permitirse llorar, compartir las emociones con otras personas de confianza o con otras parejas afectadas y darse espacio y tiempo para aceptar los pensamientos, emociones y reacciones que aparezcan”, aseguró Teresa Cobo, especialista en prematuridad del Hospital Clínic de Barcelona.
Para afrontar un duelo saludable es favorable llevar a cabo lo que se conoce como el contacto ‘post mortem’, a través del cual se construyen recuerdos por medio de objetos y fotografías. También, sugieren los expertos, es bueno asistir a grupos de apoyo y hablar de la pérdida.
A su vez, el director de BCNatal en España, Eduard Gratacós, manifestó que la ayuda psicológica es fundamental. “Cada caso es distinto, pero concertar por lo menos una sesión con un profesional puede ayudar muchísimo a verbalizar los sentimientos, a tratar ideas que son normales en estos momentos, como por ejemplo la búsqueda de causas o los pensamientos de culpabilidad. Un profesional ayudará a entender la vivencia, los pensamientos que surgen, sobre todo en la madre, y aportará herramientas para afrontarlos con mucha mayor serenidad”, dijo Gratacós.
Cabe destacar que aunque muchas veces la compañía de familiares ayuda en el proceso del duelo perinatal, las personas cercanas a los padres deben evitar frases como: “no te preocupes, podrás intentar tener un bebé de nuevo”.
“La tragedia de la mortalidad fetal demuestra la importancia de reforzar y mantener los servicios esenciales de la salud, así como de aumentar las inversiones en personal de enfermería y obstetricia”, concluyó Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.