Ocasionalmente, los médicos atienden casos curiosos, algunos tan inusuales que ameritan ser publicados en las revistas científicas internacionales. Esa fue la situación de una mujer escocesa de 38 años de edad, quien consultó al médico porque sufría de escalofríos, incontinencia urinaria y pérdida de peso. La paciente, cuya identidad no fue revelada, resultó tener un juguete sexual en su vagina durante diez años, relata un artículo publicado en la edición de junio de la revista The Journal of Sexual Medicine. La mujer –según la publicación, de inteligencia normal y sin antecedentes psiquiátricos– agregó que empleó el juguete de 12 centímetros de longitud durante un encuentro sexual en condiciones de embriaguez hace aproximadamente diez años y que no recordaba si se lo había retirado. Para el momento en que los cirujanos encontraron el aparato, ya tenía graves secuelas en su sistema genitourinario: se había formado una fístula vésico-vaginal, o sea una comunicación entre estas estructuras que permite que la orina salga por la vagina. Además, la orina se devolvía a los riñones debido a la obstrucción de la vejiga.
Un médico del hospital donde la paciente fue operada no comentó sobre el caso específico, pero confirmó al diario británico Daily Mail que es "muy raro" que un objeto extraño de ese tamaño pase desapercibido en la mayoría de los casos, sea por parte las pacientes o sus parejas. Esto se debe a las numerosas terminaciones nerviosas que la vagina tiene, lo cual la hace "extremadamente sensible".