Las mujeres que se han vacunado contra la covid-19 transfieren anticuerpos a sus bebés amamantados, lo que les ofrece a los menores inmunidad pasiva contra el SARS-CoV-2, ha descubierto la Universidad de Massachusetts Amherst (Estados Unidos).
La investigación, que se ha publicado en la revista Obstetrics & Gynecology, ha medido la respuesta inmune a la vacuna de ARNm contra la covid-19 tanto en la leche materna como en las heces de los bebés amamantados.
“Esta investigación es la primera en detectar anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en muestras de heces de bebés de madres vacunadas. Esto es realmente importante porque las mujeres quieren saber si sus bebés tienen estos anticuerpos y nuestro estudio muestra que los anticuerpos se transfieren a través de la leche materna. Proporcionar esta evidencia convincente es una motivación para que las mujeres continúen amamantando después de recibir la vacuna”, ha comentado el autor principal, Vignesh Narayanaswamy.
En este sentido, el científico ha añadido que los anticuerpos se han detectado en los bebés sin importancia de su edad, desde un mes y medio hasta los 23 meses. Un total de 30 mujeres lactantes de Estados Unidos, la mayoría de ellas trabajadoras sanitarias, se han inscrito en este estudio.
Las mujeres recibieron la vacuna de ARNm anticovid entre enero y abril de 2021. Las mujeres proporcionaron muestras de leche materna antes de ser vacunadas, de dos a tres semanas después de su primera dosis de vacuna y tres semanas después de la segunda dosis.
También dieron muestras de sangre, manchadas en tarjetas, 19 días después de la primera dosis y 21 días después de la segunda. Se recolectaron muestras de heces infantiles 21 días después de la segunda vacunación de las madres. Se utilizaron muestras prepandémicas de leche materna, gotas de sangre seca y heces infantiles como controles para el estudio.
Las muestras se han analizado para detectar anticuerpos de inmunoglobulina (Ig) A e IgG específicos del dominio de unión al receptor (RBD). En las muestras de leche materna, se encontró que los anticuerpos IgG anti-RBD neutralizan la proteína Spike del SARS-CoV-2, así como cuatro variantes.
Un aumento significativo en los niveles de citocinas también reveló la respuesta inmune en las muestras de leche materna.
De hecho, se han detectado anticuerpos IgG anti-RBD y IgA anti-RBD en el 33 % y el 30 % de las muestras de heces infantiles, respectivamente. Los niveles de anticuerpos se correlacionaron con los efectos secundarios de la vacuna que experimentó la madre.
“Las mujeres que tuvieron síntomas de la vacuna se han asociado con más anticuerpos en las heces del bebé”, ha subrayado la profesora de toxicología ambiental, Kathleen Arcaro.
¿Infertilidad?
Entre los muchos bulos que han circulado a lo largo de la pandemia están los que aseguran que las vacunas producen infertilidad, tanto en mujeres como hombres. Esto probablemente ha hecho que muchas personas en el mundo, que querían ser padres, se hayan planteado seriamente no vacunarse.
En un didáctico artículo publicado en agosto de 2021 en The Conversation, el profesor Ramasamy contó de los resultados de dos estudios realizados por su grupo. En ellos se demuestra que la infección por el SARS-CoV-2 sí podría provocar disfunción eréctil y una disminución del número de espermatozoides. Sin embargo, las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna no producen estos efectos. La conclusión es clara: mejor vacunarse que infectarse.
No obstante, el estudio de vacunación se hizo solo con 45 hombres. Para dar mayor credibilidad a los resultados, en la ciencia se acostumbra a realizar este tipo de estudios con centenares e incluso miles de individuos. Además, los resultados de un estudio deben ser confirmados por otros realizados por grupos de investigación diferentes. Ahora, tras meses de vacunación a nivel mundial, hay más información para sacar conclusiones, si no definitivas, al menos mucho más sólidas.
*Con información de Europa Press