La nueva cepa de coronavirus que surgió en China y preocupa al mundo pudo haberse originado en murciélagos o serpientes, según un análisis genético del microorganismo, realizado por la Academia China de Ciencias de Pekín. En un estudio publicado el martes en la revista Science China Life Sciences, los científicos aseguran que el genoma del coronavirus que surgió en la ciudad de Wuhan está estrechamente relacionado con una cepa que existe en estas dos especies.
Para determinar el posible reservorio del virus, los investigadores llevaron a cabo un análisis exhaustivo de secuencias entre diferentes especies, entre ellas pájaros, serpientes, marmotas, erizos, manis (una especie de oso hormiguero escamoso), murciélagos y humanos. En un principio se creía que el virus provenía de mariscos y pescados, pero debido a que ningún estudio anterior ha encontrado un coronavirus que infecte animales acuáticos, los expertos empezaron a sospechar de otros animales vendidos en ese mercado.
Según un menú publicado por un vendedor del mercado en Dazhong Dianping, la aplicación de revisión y calificación más popular en China, allí había disponibles alrededor de 100 variedades de animales vivos como aves de corral, burros, ovejas, cerdos, camellos, zorros, tejones, ratas de bambú, erizos y reptiles. Sorprendentemente, en los estudios los científicos descubrieron que los códigos de proteínas en el 2019-nCoV eran más similares a los utilizados en las serpientes. Aunque todavía es un misterio la forma en que el virus pudo adaptarse tanto a los huéspedes de sangre fría como a los de sangre caliente, la teoría de los expertos es la siguiente: como el código genético 2019-nCoV tiene una estrecha relación con dos muestras de coronavirus similares al SARS de murciélago de China, lo más probable es que el murciélago fuera el portador original del virus y luego mutó a las serpientes.
Como resultado, hace unos dos años, habría surgido el virus híbrido 2019-nCoV, que llegó a los humanos en diciembre de 2019. Los investigadores consideran que dos serpientes son los presuntos anfitriones: el bungaros multi-strip del sur de China y la cobra china. Según explica Haitao Guo, profesor de microbiología y genética molecular de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, en un artículo reciente en The Conversation, las serpientes a menudo cazan murciélagos en estado salvaje y como los informes indican que estos animales se vendían con frecuencia en el mercado de Wuhan, donde nació el virus, todas las piezas encajan. Los investigadores advierten que sus conclusiones requieren "una mayor validación mediante estudios experimentales en modelos animales", pero podrían ofrecer pistas a las autoridades chinas, que buscan la fuente del brote que ha contaminado a centenas de personas en Asia e incluso ya llegó a Estados Unidos. Los estudios aún no explican cómo el virus pudo haberse transmitido de animales a humanos.