Tener datos fiables es importante para la salud porque al conocer las enfermedades que sufren los colombianos, especialmente las más costosas, el gobierno puede diseñar políticas para tomar decisión en prevención y manejar mejor esas dolencias. Por eso es tan importante lo que ocurrió hoy cuando la cuenta de alto costo (CAC) reportó por primera vez con un nivel profundo de detalle, un ranking en el que clasifica las mejores EPS e IPS en el tratamiento de enfermedades como cáncer, artritis, VIH/Sida, hemofilia y enfermedad renal crónica (ERC) en dos categorías: las que mejor hacen gestión de riesgo y las que mejor hacen el reporte de datos a dicho organismo. “Se hizo para reconocer el trabajo de estas EPS e IPS”, dice Lizbeth Acuña, directora ejecutiva de la CAC, un organismo del Ministerio de Salud que gestiona alrededor de 30 millones de registros sobre las personas con estas enfermedades. “Esto beneficia a todos”, agrega Acuña, porque con dicha información es posible que las diferentes entidades manejen estas enfermedades de una misma manera y de esta forma se disminuya la variabilidad en la atención y procedimientos que reciben estos pacientes. Esto a su vez ayuda a controlar “el despilfarro por intervenciones innecesarias o excesos en el sistema de salud”, dice la funcionaria. En esa oportunidad la CAC hizo un reconocimiento a los que tuvieron los mejores puntajes en general, que fueron Mutual SER, EPS del régimen subsidiado y SURA EPS, en el contributivo, las más destacadas en las dos categorías de cada una de las enfermedades de alto costo.
De manera más detallada, en el ranking de calidad de datos, el primer puesto se lo llevó la Nueva EPS por el manejo de la ERC y artritis. Salud total lo fue en VIH y cáncer, mientras que Cafesalud fue la primera en Hemofilia. En cuanto a la gestión de riesgo, las EPS que quedaron en primer lugar fueron Asociacio´n Mutual Barrios Unidos, de Quibdo´, para ERC en el tema de protección de los riñones y La nueva EPS fue la primera por ERC en diálisis. En cuanto a VIH/sida, el primer puesto fue para Empresas Publicas de Medellín (EPM); En cuanto a Hemofilia, la número uno fue Mutual SER, mientras que en Cáncer fue la EPS Sura. En artritis, el primer puesto se lo llevó Confecundi.Entre las IPS, el ranking por calidad de datos quedó así: en enfermedad renal crónica: la fundación valle del líli; en VIh, la fundación Siam; en hemofilia: Medicarte; en cáncer: medilaser (Neiva) y en artritis: Artmédica. En cuanto a gestión de riesgo, en ERC nefroprotección: la IPS Previmedisalud de Barranquilla y en diálisis RTS Agencia Santa Clara en Bogotá; en sida: Cepain, de Armenia; en hemofilia: la clínica infantil Colsubsidio; en cáncer: Hospital Manuel Uribe (Medellín) y en artritis: Integral Solutions SD, de Bogotá.
Para Pablo Otero, gerente de Salud de EPS Sura, el reconocimiento se debe en parte a que han puesto el paciente en centro de la gestión. “Para ello ha sido importante conocer a esos pacientes, identificar de manera temprana sus riesgos para asi anticiparnos y hacer intervenciones efectivas”, dice. Conocer al paciente ayuda a que la EPS pueda estar presente en la vida de estas personas generándoles bienestar. “La gestión de riesgo es evitar lo que es evitable y disminuir la severidad de lo que no es evitable”, dice Otero. En el caso del cáncer los datos muestran una mejora en los tiempos desde que se sospecha de la enfermedad hasta que se empieza el tratamiento, así como en la detección temprana en cáncer, factores que inciden positivamente en los resultados de la intervención. El objetivo de este ranking es que las entidades que han logrado hacer bien esta tarea puedan compartir sus experiencias para que sean multiplicadores entre las demás EPS e IPS. Estos resultados están afectados por muchas variables, pero la idea es identificar donde aún hay brechas en atención en ciertas zonas del país para mejorar estos servicios. De estas cinco, la enfermedad de la que se tienen más información en Colombia es la que ERC debido a que desde hace una década la CAC ha estado trabajando con todos los actores, desde nefrólogos hasta la superintendencia de salud y los pacientes, para tener información de calidad. Pero también porque “la atención no es tan fragmentada y esto hace más fácil el seguimiento de los pacientes y los procesos de atención y esto redunda en resultados de mejor calidad”, afirma Acuña.
Para que una enfermedad sea considerada de alto costo el ministerio estableció cinco criterios: que sea crónica, que represente una carga económica y social alta para el sistema de salud, su distribución y concentración en la población, que tenga una guía de atención y que sea prevenible y con posibilidades de intervención. A pesar de ser muy costosas, gracias al sistema de salud colombiano estos enfermos reciben actualmente un cubrimiento total en la atención y manejo de su enfermedad. “No hay límites” dice Acuña, y por eso se invierten en ellas muchos recursos. “Hemos calculado que representan aproximadamente el 49 por ciento de la unidad de pago por capitación de la UPC asignada, que equivale a 11 billones de pesos anuales”, agrega. Solamente en la terapia de reemplazo renal, un tratamiento concreto de la ERC el sistema de salud invierte 960.000 millones de pesos al año. La gestión que hagan las aseguradoras y prestadoras de salud es importante pero también incide que el paciente de este tipo de enfermedades tenga un cuidado especial y a su vez una responsabilidad en el manejo de su dolencia. “De ellos dependen los resultados de gestión de las EPS e IPS. Son ellos lo que asumen y reciben los tratamientos y los que tienen que adherirse a ellos”, dice Acuña. Las investigaciones han demostrados que la falta de cumplimiento de los tratamientos por parte de los pacientes son un factor crítico para que haya mejor resultado en. El 42 por ciento de las personas infartadas, por ejemplo, no sigue las recomendaciones clínicas, señala la funcionaria, y por eso es importante que ellos se involucren en las acciones de salud. La CAC no da informes de cuánto han bajado los costos en el manejo de estas enfermedades, pero sí en cómo el país ha mejorado en su gestión. Pero una cosa es cierta y es que es más barato hacer las cosas bien y tener la información de calidad para actuar sobre ella. Como lo dice Otero, “al hacer las cosas de manera temprana, anticipándonos a las necesidades de las personas, le generamos valor al cliente con el bienestar y a la compañía a través de los costos en salud”.