La narcolepsia es un trastorno de sueño que no necesita de muchos factores para que ocurra. Es más, tiende a ser común en las personas y, por si fuera poco, sólo se puede calmar, pero no acabar.

Mayo Clinic explica que la narcolepsia es un trastorno crónico del sueño que se caracteriza por una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño. Las pacientes que padecen esta condición a menudo tienen dificultades para mantenerse despiertos durante períodos largos, sin importar las circunstancias. Además, provoca alteraciones graves en la rutina.

Por un lado, la narcolepsia está acompañada por una pérdida repentina del tono muscular, conocida como cataplejía. Este trastorno no tiene una cura, sino que se puede controlar con medicamentos, modificaciones en el estilo de vida y apoyo de familiares y/o allegados.

La narcolepsia afecta el correcto funcionamiento del cerebro cuando el cuerpo está dormido. | Foto: Getty Images

Durante los primeros años con el trastorno, empeoran los síntomas hasta hacerse constantes para siempre. El primero que se experimenta es la somnolencia excesiva durante el día. Los pacientes con narcolepsia se quedan repentinamente dormidos en cualquier lugar y momento. Por ejemplo, puede estar realizando sus actividades diarias y espontáneamente caer dormido en cuestión de minuto. Esto puede presentarse durante minutos y hasta horas.

También aparecerá la pérdida repentina del tono muscular, la cual provocará cambios físicos y debilidad en las articulaciones. La cataplejía no se puede controlar y surge en escenarios que llevan a sentir emociones intensas, sean positivas o negativas. Algunas personas que padecen el trastorno solamente experimentan uno o dos episodios de cataplejía en el año, mientras que otras presentan numerosos episodios cada día. No todos los pacientes tienen esta condición.

El tercer síntoma es la parálisis del sueño. Mayo Clinic explica que “Aquellos que sufren narcolepsia a menudo experimentan una incapacidad temporal para moverse o hablar mientras se quedan dormidos o al despertar”. Los episodios tienden a ser de poco tiempo, pero con la sensación de miedo y peligro. La parálisis imita lo que ocurre durante el período de sueño, pero con inmovilidad temporal. En ese momento, los ojos están despiertos, pero el resto del organismo está dormido. Al igual que el síntoma anterior, no todas las personas con narcolepsia tendrán esto.

Las alucinaciones son otro efecto de la narcolepsia. Son conocidas como hipnagógicas cuando ocurren durante el sueño y hipnopómpicas después de despertarse. Lo que los pacientes experimentan es notar la presencia de una persona extraña cerca suyo, la cual aparenta ser real y genera miedo en la persona. Por otro lado, este trastorno conlleva a la aparición de otras condiciones médicas, tales como la apnea obstructiva del sueño, un trastorno que afecta la respiración durante la noche, o el síndrome de piernas inquietas.

Uno de los efectos del trastorno es la necesidad de dormirse espontáneamente durante el día, sea en medio de la jornada laboral o cualquier otra actividad. | Foto: Yagi Studio

Se desconoce la causa exacta del trastorno, pero la ciencia ha podido dividirla en niveles. La primera categoría consta de pacientes con niveles bajos de hipocritona, la sustancia química que regula en el cerebro la vigilia y el sueño. Concretamente las personas con cataplejía están ubicados en este nivel. La narcolepsia disminuye la producción de las células de la sustancia.

El segundo escalón es el tipo 2, el cual se presenta cuando la hipocretina está en condiciones normales y, por consiguiente, no hay cataplejía. Ahora bien, luego de conocer los síntomas, ¿Cuáles son las causas?

Según investigaciones de Mayo Clinic, en Europa la narcolepsia está asociada a la exposición con la gripe porcina (H1N1) y la respectiva vacuna. Aunque los componentes evitan contagiarse, tiene efectos contraproducentes en el cerebro.

Otra razón es la interrupción frecuente del sueño. En condiciones normales, uno de los periodos al dormir es el NMOR, el cual reduce los movimientos oculares rápidos y la actividad cerebral disminuye las funciones. Un modo de modificar esto es la activación repentina de los neurotransmisores, lo cual obliga a todo el organismo a retomar sus actividades diarias de un momento a otro. Las primeras consecuencias serán la vigilia y somnolencia.

La narcolepsia afecta el horario del sueño, generando que durante el día hayan ganas de dormir, pero en la noche el cuerpo esté más despierto. | Foto: Foto: Getty images.

Más que una razón, la edad es un factor de riesgo, dado que está comprobado que la población correspondiente entre los 10 a 30 años son más propensos a tener narcolepsia. Por otro lado, los antecedentes familiares también influyen, dado que aumenta la probabilidad hasta un 40%.

Por último, este trastorno conlleva a tres consecuencias grandes, las cuales desencadenan en otras. Mayo Clinic recoge las más frecuentes:

  • Interferencia en las relaciones íntimas: Los sentimientos intensos, como la ira o la felicidad, desencadenan signos de narcolepsia como la cataplejía, lo que hace que los afectados eviten las interacciones emocionales.
  • Daño físico: Los ataques de sueño provocan daños físicos a las personas. Si se presenta un ataque durante la conducción de un vehículo, crece el riesgo de tener un accidente . Si se presenta durante la cocina, se corre la posibilidad de quemarse con un fogón o hacerse daño con un cubierto.
  • Obesidad: Las personas con narcolepsia tienen una mayor tendencia al sobrepeso. El aumento de peso se relaciona con tener un metabolismo lento.