Cuando uno de los miembros de la fundación Mac‘s Missionse encontró con un cachorro afuera de sus instalaciones en Jackson, Missouri, se llevó una gran sorpresa por la apariencia del perro. A simple vista se encontró que el animal tenía una cola en la cabeza. El perrito fue llevado al veterinario donde le hicieron pruebas y el único problema que encontraron fue que tenía parásitos. También le hicieron radiografías para entender el origen de su segunda cola. Así se dieron cuenta que se trataba de una malformación. "Narwhal está muy bien y también es un pequeñín muy feliz”, manifestó la fundación en una publicación.

Una de las principales dudas era si la cola se revoloteaba pero lo cierto es que no tiene ninguna conexión.

Hasta ahora la cola extra no genera ninguna consecuencia negativa por lo que se ha decidido dejársela.

“La cara de unicornio no molesta a Narwhal, y nunca para igual que cualquier otro cachorrito”, dice otra publicación.

Después de que se conociera la historia, Mac‘s Mission recibió  decenas de peticiones de personas ávidas por adoptar al cachorro. Sin embargo, la fundadora de la organización, Rochelle Steffen, espera que algunos de los que pidió por Narwhal se animen por adoptar más animales. El perrito podría ser mezcla de Teckel (perro salchicha) y Terrier, nació en una camada que “se dispersó rápidamente” y que el personal de la organización está tratando de localizar.

Pese a que no se conoce el motivo de la malformación, el Washington Post afirma que se podría tratar de una “reabsorción fetal”, que en el caso de los perros puede producirse tras la desintegración y asimilación de uno o más fetos en el útero, lo que podría conllevar, por ejemplo, que un hermano del feto pueda tomar algunas de sus partes.