La higiene bucal cada día cobra mayor importancia, no solo para evitar problemas en la cavidad bucal, sino que de acuerdo a varios estudios de expertos, el descuido de la higiene oral puede desencadenar la aparición de otras enfermedades graves.
La prevención es la base del cuidado dental
Los gobiernos y entidades de salud no escatiman en invertir en campañas educativas sobre la importancia de mantener la boca en perfecto estado.
Desde la forma como se debe cepillar los dientes, hasta la rutina diaria que se debe llevar cuando se habla de salud oral, son los puntos en los que más se ha venido trabajando, para evitar la presencia de enfermedades bucales que van más allá del mal aliento.
Uno de los dolores más intensos que un ser humano puede sentir es el dolor de muela, sin embargo, hay consecuencias mucho peores que esta, cuando no se practica una limpieza adecuada.
Esto se debe, principalmente, a la falta de prevención de parte de los pacientes, señala Álvaro Ibáñez, director de la carrera de Odontología en Unifranz.
“La prevención es la base fundamental para mantener la salud oral y como futuros odontólogos no solo se preparan para tratar afecciones, sino que se enfocan en educar a la población sobre prácticas de higiene bucal efectivas. Esta es una perspectiva que se alinea con la necesidad urgente de acceso a la prevención y el tratamiento en salud oral a nivel global”, afirma.
Consecuencias por la falta de una buena higiene oral
La mala higiene dental puede causar una serie de enfermedades crónicas importantes relacionadas con problemas cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades renales, accidentes cerebrovasculares, demencia y problemas en el embarazo.
“Casi todos tenemos caries porque asistimos al dentista solo cuando hay dolor y ya es tarde (…). La salud comienza en la boca y si no tenemos una buena masticación, tendremos problemas estomacales; si hay infección, podríamos tener problemas del corazón, una endocarditis bacteriana o pulmonar; o sea, es un todo conectado e integral”, explica la vicepresidenta del Colegio Nacional de Odontólogos, Lady Mollinedo.
- Enfermedades cardiovasculares: las bacterias presentes en la boca pueden filtrarse hasta el torrente sanguíneo cuando existe inflamación y sangrado de encías, incrementando las probabilidades de sufrir un infarto.
- Enfermedades pulmonares: el incremento de bacterias bucales en los pulmones agrava las condiciones de salud de las personas que sufren de afecciones respiratorias.
- Diabetes: a las personas diabéticas que no mantienen una correcta higiene se les dificulta mantener controlado el nivel de azúcar en la sangre.
- Problemas en el embarazo: una mala salud oral de la madre aumenta el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, como un parto prematuro, el bajo peso del bebé al nacer y una mayor probabilidad de preeclampsia en la gestante.
Además, hay que tener en cuenta las consecuencias en la misma cavidad bucal como lo son:
- Gingivitis: es un tipo de enfermedad periodontal que consiste en el sangrado de las encías causado por un exceso de placa bacteriana. Se trata de un problema reversible si se trata a tiempo.
- Periodontitis: se presenta cuando la infección y la inflamación de las encías puede ocasionar la pérdida de las piezas dentales.
- Halitosis: el mal aliento se produce por la acumulación de bacterias en la boca que producen compuestos volátiles de sulfuro responsables del mal olor.
Lo más recomendable es evitar que aparezcan estas enfermedades cuyas consecuencias pueden ser irreversibles, por eso, la visita al odontólogo es más importante de lo que aparentemente puede parecer. Es una decisión de vida que está en las manos de todos.