En el tema de los antibióticos todo parecía estar claro. La regla general era que el paciente debía tomarlos por lo menos durante dos semanas, aún si ya se sentía aliviado, para evitar la resistencia bacteriana. Pero un reciente artículo del British Medical Journal, escrito por Martin Llewellyn y firmado por otros nueve expertos de la Universidad de Oxford y del organismo Public Health England, recomienda tomar estas medicinas solo hasta que el paciente se sienta mejor. “La idea de que suspender los antibióticos pronto fomenta la resistencia bacteriana no está apoyada en evidencia, mientras que tomarlos por mucho tiempo sí la aumenta”, dijo el experto.Se trata de una discusión de vieja data, según le dijo a SEMANA Brad Spellberg, director médico de la Universidad de California en Los Ángeles, quien está de acuerdo con sus colegas y señala que “es absolutamente falso que continuar tomando antibióticos después de sentirse bien reduzca la resistencia bacteriana”.Puede leer: Cómo tener un propósito en la vida mejora la saludSegún Llewellyn las reglas para los antibióticos surgieron por miedo a que una dosis baja no lograra el objetivo de destruir las bacterias y generara resistencia en las sobrevivientes. El propio padre de la penicilina, sir Alexander Fleming, compartía ese miedo, y en su discurso de aceptación del Premio Nobel en 1945 dijo: “Si van a usarla, usen suficiente”. Se cree que los médicos han prescrito antibióticos por mucho tiempo basados en ese temor y en el hábito, pero no en la ciencia. Lo confirma Grégory Alfonso García, farmacólogo de la Fundación Universitaria Sanitas, quien resalta que “a veces los médicos para asegurarse de curar la infección ponen una dosis más alta”.Le sugerimos: “Leucemia linfocítica crónica: Hoy hay tratamientos sin quimio para estos pacientes”Por el contrario, según Llewellyn en los últimos años hay evidencia de que dosis más cortas hacen lo mismo que las largas. Un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine encontró que las infecciones de la piel, el abdomen, riñón y pulmón se trataban igual con ciclos de menos de 7 días que con los de 14. Sin embargo, en casos de una tuberculosis se requieren grandes ciclos “no para prevenir la resistencia, sino para curar la infección”, dice Spellberg, Otro estudio mostró que niños con infecciones del oído se curan mejor con ciclos de antibióticos de 10 días que con los de 5. Lo mismo sucede con las infecciones en válvulas coronarias, que requieren de dosis amplias.“Todo depende del lugar de la infección y del fármaco”, dice García, quien considera que en Colombia hay un problema más preocupante, la automedicación de antibióticos. “Aunque se debe exigir fórmula médica para comprarlos muchos los adquieren sin una”. Se calcula que solo en Estados Unidos entre el 30 y el 50 por ciento de los antibióticos se usan innecesariamente.Le recomendamos: Colombia, pionera en cirugía para salvar el movimiento de la manoMuchos expertos en salud pública creen que ventilar esta discusión puede hacer que la gente decida por sí misma cuándo tomar y dejar los antibióticos y esa no es la idea, pues muchos pueden sentirse bien pero aún tener la infección activa. Lo primero que recomiendan es consultar a un médico antes de tomar uno de estos medicamentos, pues su uso indiscriminado sí está causando resistencia bacteriana. Estas medicinas no sirven para curar infecciones virales como la gripa, la influenza ni la mayoría de casos de tos o de dolores de garganta, sino para infecciones bacterianas. Spellberg, además, recomienda conversar sinceramente con el médico porque “muchos recetan antibióticos por miedo a que sus pacientes queden frustrados sin una prescripción”. Y agrega que si su médico lo prescribe, el enfermo debe discutir si lo necesita. En caso afirmativo, el paciente podría preguntar si se puede tratar con un ciclo corto. Y concluye diciendo que “si se siente totalmente bien antes de terminar ese ciclo, llame a su médico y pregúntele si es seguro terminar la dosis antes”.