Fue Esperanza Gómez quien tuvo la iniciativa. Le propuso a Flavia Dos Santos conversar de sexo sin filtros, sin pudores, con honestidad. “Como hay que hablarlo”, dice la sexóloga brasileña, que hace ya dos décadas llegó a Colombia, un país que “no es tan mojigato ni conservador como muchos creen”. De esa picante unión nació un pódcast, Del saber al hacer, que en unas pocas semanas y apenas con un par de capítulos se convirtió ya en el quinto más escuchado en Colombia.
Quien lo cuenta es Flavia, que asegura que el objetivo desde un comienzo fue “aprovechar la experiencia que teníamos las dos, desde orillas distintas, sobre la sexualidad. La idea es que las mujeres puedan acceder a educación sexual de forma divertida, empoderarlas. Y responder a esas preguntas que siempre han querido hacer, pero no se atreven”.
Y no excluyen a los hombres, claro, “porque a los pobres los han educado, erróneamente, en que el sexo es comer, comer y comer, pero no sentir. Mientras que a las mujeres nos educaron en que debíamos ser pasivas, unos seres comestibles. Hay que cambiar esa mentalidad”, asegura Dos Santos.
Esperanza lo dice a su manera: “Queríamos juntar la teoría con la práctica. Porque en ocasiones la teoría dice una cosa, pero en la cama es otra. Queremos plantear esa discusión. Y a veces no estamos de acuerdo, porque yo he vivido muchas cosas que se salen de la teoría, que me han llevado a ser recursiva y buscar otras maneras. No todos vivimos la sexualidad de la misma forma y la idea siempre será hallar la manera en la que uno mejor se desempeña”.
Lo cierto es que del video pódcast ya hay dos capítulos: ‘Sexo con o sin amor’ y ‘Preliminares’. Flavia y Esperanza conversan a placer, como si fueran solo un par de amigas que se sientan a tomarse un café una tarde cualquiera. Cada una en su estilo.
Flavia lo celebra: “Hubo una química muy especial entre las dos. Y me encanta que Esperanza sea tan franca al hablar”. Además, confiesa sin filtros que ha disfrutado de sus videos porno más de una vez: “Cuando conté en mi casa de este proyecto, mi hijo me dijo: ‘Ella tiene un genital enorme’. Y yo no sabía que él veía sus contenidos. Y mi marido me contó que quería hacerse fotos con ella. Ese día entendí que de verdad Esperanza es una persona que conecta con muchos, sin importar la edad. Ella habla de sexo y le creen”, dice Flavia entre risas.
Pero ¿qué es lo que más les preocupa a los colombianos a la hora de enfrentarse al sexo? SEMANA hizo las preguntas y estas dos expertas responden.
SEMANA: ¿Siempre se deben alcanzar orgasmos?
Flavia dos Santos: No, en el sexo no es todo o nada. Si no hay orgasmo, no pasa nada. No es que se pierda la magia. Ese no debe ser el fin último de las relaciones sexuales. Hay que dejar de preocuparse tanto por las formas. De lo que se trata es que cada uno encuentre el placer de muchas maneras. Se trata de una pareja estable, que la conozca tan bien que aprenda qué disfruta y qué no esa otra persona.
SEMANA: ¿Sexo con o sin amor?
Esperanza Gómez: Las mujeres debemos aprender a diferenciar el amor del placer pese a que nos han dicho por años que el sexo sin amor es solo para los hombres. Cuando uno está enamorado, tu compañero de vida se convierte en alguien con quien hacer equipo. La entrega es completa. Pero, cuando lo haces sin amor, se trata más de sentir placer y tener química. Y cuando todo termina, no te interesa abrazarla, besarla o arruncharte. Cuando no hay amor, sabes que es solo algo carnal y físico, es placer individual. Son casos en los que no nos importa tanto el aspecto del hombre, por ejemplo, sino que estén bien dotados y nos excite. Y eso genera fantasía, morbo, nos estimula sexualmente.
SEMANA: Sexo anal, ¿sí o no?
Flavia dos Santos: La sexualidad tiene muchas variantes y el sexo anal es una de ellas. Es una forma de placer opcional, no una regla. Para llegar a ese grado de intimidad, debemos conocer muy bien nuestro cuerpo y estar conectados con nuestras emociones y necesidades sexuales. Porque hay días en los que el ano está con ganas y hay otros en los que no. Pero, si en pareja están dispuestos a abrirse a esa posibilidad, pues hay que darle rienda suelta al placer y solo disfrutar. Ahora, no se trata de que las mujeres deben acceder solo por complacer a un hombre. Eso forma parte de esa cultura patriarcal que hay que ir deconstruyendo. Si una mujer no quiere, el hombre debe respetar esa decisión.
SEMANA: ¿Qué tanto importa el aspecto del pene?
Esperanza Gómez: Desde que vi la primera revista porno a los 13 años, me enamoré tanto del pene como de las formas de la vagina y los senos de las mujeres. Y uno escuchaba decir que los penes eran feos, pero para mi gusto los lindos son los que son gruesos desde la raíz y que la cabeza sea un poco más grande.
SEMANA: ¿Con el paso de los años se pierde el deseo?
Flavia dos Santos: Entre los 40 y los 50 casi no se tiene sexo. En cambio, después de esas edades se arriesgan más. Ya no importa la cantidad, sino que cada encuentro sea gratificante. Y eso solo lo aprendes con la edad.
Esperanza Gómez: No es cierto. Muchos creen que los jóvenes son los de más mente abierta en el sexo, pero en esto son los mayores de 50 años.
SEMANA: Pornografía, ¿sí o no?
Flavia dos Santos: Como sexóloga creo que el porno cumple la función de estimular imaginarios y libertad. Pero actualmente la gente está dejando de tener creatividad propia por querer copiar solo lo que ven en el porno, distorsionando la realidad de lo que es el sexo. Se usa el porno como un libreto. Pero cada quien debe seguir su instinto.
Esperanza Gómez: Aunque puede usarse para aprender, los actores porno vendemos fantasías, no es la realidad. Lo que generamos es un estímulo para que cada quien lo adapte. Y que busque lo que sea más placentero para cada uno. Curiosamente, hay poses del porno que lucen muy bien en cámara, pero que ni siquiera los actores disfrutamos porque son incómodas y dolorosas, porque lo único que importa es mostrar creatividad en cámara.
SEMANA: ¿Cuál es el tiempo ideal en la cama?
Flavia dos Santos: El acto sexual ideal son siete minutos y medio por el tema de la lubricación natural en las mujeres y la penetración. Creo que entre mujeres sí puede durar más.
Esperanza Gómez: Eso es muy poquito. Me pongo a llorar con solo siete minutos. Mi marido gringo, que es un gran amante, sabe que a los siete minutos apenas estoy empezando. No uso lubricantes químicos, mi pareja usa la saliva.