Una terapia genética que ha tenido buenos resultados en pacientes de linfoma no Hodgkin podría ser aprobada en Estados Unidos. Luego de seis meses de ser aplicada, más de un tercio de quienes hicieron parte del estudio no mostraron signos de la enfermedad. El procedimiento experimental convierte las propias células del cuerpo en atacantes del cáncer.La terapia CAR-T, como es llamada, se ha utilizado con grandes expectativas por los científicos de todo el mundo para luchar, en específico, contra los carcinomas de la sangre como la leucemia y los linfomas. El tratamiento consiste en filtrar la sangre del paciente para retirar las células T, vitales en el funcionamiento del sistema inmune, y alterarlas en el laboratorio para hacerlas capaces de identificar y combatir las células cancerosas al ser aplicadas de nuevo al organismo.Le puede interesar: Salud a la medidaBasada en ese procedimiento genético, la compañía Kite Pharma desarrolló la terapia KTE-C19, que ensayó en un grupo de pacientes con linfomas no Hodgkin agresivos, quienes ya no estaban respondiendo a ningún otro tratamiento. De hecho, la mayoría de estas personas presentaban un estado tan avanzado, que les habían dado una esperanza de vida no mayor a seis meses.Luego de nueve meses de seguimiento, la mitad de los participantes del estudio continuaron vivos, una tercera parte está en remisión completa del cáncer y en el 82 % de los pacientes la neoplasia se redujo al menos a la mitad. "Los números son fantásticos", aseguró el oncólogo y codirector del estudio, Fred Locke, experto en cáncer de la sangre del Moffitt Cancer Center en Tampa, Florida, e hizo hincapié en la importancia de este tratamiento para miles de pacientes que ya no tienen más opciones.Recomendamos: Edición de genes, una esperanza contra el cáncerA pesar de los resultados positivos, es un hecho que aún no existe información clara sobre los efectos secundarios de la terapia y falta tiempo de observación para determinar si los beneficios son duraderos. Al respecto, también se conoció que tres de los 101 pacientes que hicieron parte del estudio fallecieron por causas que no estaban relacionadas con el cáncer y se pudo establecer que dos de esas muertes se dieron debido al tratamiento.En cuanto a efectos secundarios, el 13 % de los participantes desarrolló una reacción exagerada del sistema inmunológico contra el cáncer, lo que los puso en una condición peligrosa. Sin embargo, los médicos consiguieron controlar esta situación y reducir el porcentaje durante el transcurso del estudio. Por su parte, un tercio de los pacientes desarrollaron anemia y otros problemas relacionados con la sangre, pero del mismo modo fueron controlados con facilidad. El 28 % presentaron problemas neurológicos como temblores, dificultad para hablar, somnolencia y confusión, pero “duraron sólo unos pocos días”, aseguró Locke.Puede leer: Estamos más cerca de la cura del cáncer"Es un tratamiento seguro, sin duda mucho más seguro que tener linfoma progresivo", dijo el médico del Instituto del Cáncer Stever Rosenberg a Associated Press y añadió que es comparable a la quimioterapia combinada en términos de efectos secundarios. Otras terapias que han usado el procedimiento CAR-T no han tenido resultados tan satisfactorios, pues la tasa de muertes ha sido mayor e incluso se han suspendido.Aunque no se dio el precio de la terapia, se espera que sea costoso como los demás tratamientos inmunológicos que están disponibles. Kite Pharma es el fabricante del KTE-C19 y espera obtener la aprobación por parte de la Agencia de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) para convertirse en la primera terapia genética aceptada en el país. En Europa se espera que esté a finales de año.