La energía es el combustible que el cuerpo necesita para vivir y ser productivo. Además de esto, todos los procesos que realizan las células y los tejidos en el organismo producen, pero también requieren energía para llevar a cabo todas sus funciones y para realizar actividades como caminar, respirar, crecer y moverse.
Por lo anterior, el ser humano debe mantener un equilibrio entre la energía que obtiene a través de los alimentos y la energía que gasta a diario para así generar un equilibrio energético. Entonces, cuando hay un desbalance en esto, se generan una serie de cambios notorios que perjudican la salud. Entre ello, se reducen las reservas de grasa y como consecuencia se agudiza la pérdida de peso, se disminuye la actividad física y la velocidad de crecimiento.
Lo contrario ocurre cuando la persona consume más energía de la que necesita. Para este caso, la energía sobrante se convierte en grasa y se comienza a almacenar como tejido adiposo, generando el aumento de peso y también se comienzan a producir una serie de hábitos que agotan la energía del cuerpo.
El portal web La Vida Lucida, da a conocer nueve hábitos poco saludables que llevan a las personas a tener un agotamiento tanto físico como mental:
- La soledad: los profesionales en salud mental aseguran que el aislamiento social puede ser muy perjudicial para la salud, tanto como el tabaquismo y la obesidad. Un estudio realizado a personas mayores determinó que aquellos que se sentía solos o que no tenían un amigo o ser quería tenía una salud mental y física deficiente.
- Problemas para decidir: como tal, la disonancia cognitiva es una condición en la que hay creencias o pensamientos de conflicto frente a una situación de elección que se debe hacer. Esto suele conducir a una tensión mental contante que genera una gran desgaste energético.
- No establecer límites: muchas personas se sienten culpables por decir no a una situación en específico y esto les genera estrés, pues no tiene un poder de decisión y muchas veces se sienten presionado por el qué dirán.
- Guardar rencor: esto es uno de los hábitos que más consumo de energía física y mental compromete, pues constantemente se recuerdan los errores y no se pasa la página para tener una mejor calidad de vida.
- No dedicarse tiempo así mismo: para combatir este mal hábito, es esencial dejar un espacio para desconectarse del trabajo y aprovechar el tiempo, ya sea para tomar una siesta, meditar, leer un libro o realizar algún hobbie.
- Alimentarse incorrectamente: la comida chatarra, las bebidas azucaradas y las golosinas son alimentos que liberan dopamina en el cerebro. Este químico es el mismo que se libera con el consumo de drogas, lo cual lo convierten en algo adictivo y aunque genera cierto placer y gusto, también genera un desgaste de energía después.
- Cargar el celular al lado de la cama: aunque se puede pensar que es por la radicación energética, no es así. Básicamente, la luz azul de los celulares interfieren con los ritmos circadianos, es decir, el reloj de sueño del cuerpo, generando problemas de insomnio.
- No prueba cosas diferentes: la rutina diaria se convierte en un hábito monótono que no le permite explorar otros mundos. Por esto, los expertos aconseja hacer un viaje, salir a caminar, comer en un nuevo restaurante o sencillamente ir a un parque. Estos pequeños cambios hacen que el cuerpo se sienta más activo y con mayor energía.
- Inactividad física: al realizar ejercicio físico se libera dopamina en el cerebro, lo cual ayuda al cuerpo a sentirse bien de una forma saludable y también da un impulso de energía temporal.