Con el paso del tiempo, la piel se ve afectada por diferentes factores como el envejecimiento, la exposición solar y los contaminantes del ambiente. Y cada vez más se hacen evidentes las arrugas y las líneas de expresión.
“Las arrugas son líneas y pliegues que se forman en la piel. Algunas arrugas se pueden volver grietas o surcos profundos y pueden ser particularmente notorias alrededor de los ojos, la boca y en el cuello”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Algunas personas recurren a productos comerciales, tratamientos estéticos o cirugías para mejorar la apariencia de su rostro. Sin embargo, un estilo de vida saludable puede contribuir a lucir una cara rejuvenecida.
El portal web Saber Vivir recomienda algunos nutrientes importantes para mantener una piel sana y contribuir a la estimulación de producción de colágeno naturalmente.
En primer lugar, el sitio web explica la relevancia de una dieta rica en antioxidantes, los cuales brindan protección para el envejecimiento prematuro de la piel. Por eso, destaca la vitamina C y la vitamina E como nutrientes claves que deben incluirse en la alimentación diaria.
En caso de tener un cutis reseco, el cual se debe a que el cuerpo no tiene suficientes líquidos, señala que una buena hidratación es la solución y prevención a ello. Al no estar hidratado, pierde flexibilidad y toma un aspecto desagradable. Por eso, recomienda el consumo de 2 litros de agua diarios y consumir alimentos ricos en agua como el pepino, la patilla, el melón, etc.
Asimismo, Saber Vivir indica que se necesita del aporte de nutrientes como la vitamina A y la vitamina B. El primero participa “activamente en el proceso de renovación celular y si hay carencia el cutis se vuelve seco y áspero”. Mientras que el segundo contribuye a la regeneración de la piel.
La vitamina C es muy importante para la producción de elastina y colágeno. “Incluye en cada una de las tres comidas principales una ración de un alimento rico en proteínas como carnes (siempre magras), pescados y huevos. También son buenas fuentes las legumbres, cereales y frutos secos”, recomienda el portal.
¡Cuidado con los rayos del sol!
La sobreexposición solar es una de los factores que más perjudica a la piel. Así lo explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
“Con el paso del tiempo, la luz ultravioleta (UV) del sol daña las fibras de la piel llamadas elastina. Cuando estas fibras se debilitan, la piel comienza a perder firmeza y elasticidad, y pierde su capacidad de volver al lugar luego de estirarse. También se forman moretones y grietas con más facilidad, y le lleva más tiempo sanar. Por lo tanto, si bien el daño solar en la piel podría no ser visible en la juventud, sin duda se hará notar más adelante”.
Asimismo, demasiada exposición daña el material genético de la piel, aumentando el riesgo de un crecimiento descontrolado de células y del desarrollo de cáncer de piel.
A continuación unas recomendaciones para tener en cuenta:
- Evitar la exposición al sol es el paso más importante para la prevención de los signos del envejecimiento y el desarrollo de problemas en la piel. La exposición debe evitarse durante las 10:00 a. m. hasta las 4:00 p. m., debido a que en ese horario los rayos solares UV se intensifican.
- Se debe usar protector solar (fotoprotector) incluso en los días donde aparentemente no hay sol. También se recomienda su aplicación diaria, aunque no se exponga la piel directamente a la luz solar. Las pantallas como las tabletas, celular y computadores también afectan la salud cutánea.
- No utilizar lámparas o máquinas para broncearse. Existen algunas empresas estéticas que cuentan con este servicio, pero la verdad es que exponerse a estos procedimientos, al menos 15 minutos, es igual de peligroso que estar expuesto a un día de sol.
- Es importante tener en cuenta que en los lugares donde hay mayor altitud, más rápido se quema la piel.